Boca. Una operación y muchos temores
Riquelme será intervenido por una lesión en una rodilla y, al menos, estará entre dos y tres meses inactivo; su futuro en el club es incierto
Por Sebastián Torok
De la Redacción de LA NACION
Juan Román Riquelme deberá permanecer un tiempo prolongado sin jugar. En principio, su inactividad demandaría entre dos y tres meses. Sin embargo, por lo bajo, integrantes del cuerpo técnico de Boca le confiaron ayer a LA NACION que temen que el período de reposo sea todavía mayor. El enganche sufre síndrome meniscal, una lesión que es usual en los futbolistas, pero el caso de Román es aún más grave porque tiene comprometidas otras zonas de la rodilla izquierda, como los cartílagos, padece inestabilidad, le cuesta amortiguar los empellones y la inflamación es tan recurrente como dolorosa.
Luego de examinar los estudios a los que se sometió el N° 10, el cuerpo médico xeneize se reunió con el jugador y le aconsejó que se operara. "Creen que sería lo más lógico. Claro que la otra posibilidad sería intentar fortalecer la rodilla, pero vamos a ver...", se lamentó Román, en el mediodía de ayer. Reconoció que antes de tomar la decisión de ingresar en el quirófano pretendía consultar a su kinesiólogo de confianza (Jorge Bombicino, que trabajó en el seleccionado argentino y conoce a Riquelme de su tarea en Villarreal, cuando Manuel Pellegrini era el entrenador). Sin embargo, Román tiene asumido que lo mejor será operarse y en las próximas horas decidirá cuándo hacerlo. Incluso, una versión indicó que la intervención podría realizarse antes del fin de semana y que estará a cargo de Jorge Batista, uno de los médicos más respetados del país, que incluso trabajando en Boca trató a futbolistas de otros clubes locales y del exterior.
Los médicos de Boca son sumamente cautelosos, manejaron la situación con misterio y hasta apagaron sus celulares. Claro, el jugador que está involucrado es una de las estrellas del plantel, cuya continuidad en la Ribera a partir del 30 de junio todavía no está oficializada por los dirigentes. Sin embargo, un allegado al plantel contó: "Hasta ahora, ése es el panorama, se piensa en dos o tres meses afuera. Pero hay miedo porque no saben con qué se van a encontrar cuando abran la rodilla ". La inquietud de los médicos es grande, porque sospechan que Riquelme podría tener comprometidos los ligamentos.
Por estas horas, Román está muy bajoneado . Estaba entusiasmado con el rendimiento que había demostrado durante los últimos partidos del campeonato y se disponía, en calma, a negociar con los dirigentes la renovación de su contrato. Sin embargo, ahora sólo está intranquilo por su rodilla maltrecha, conociendo que de no llegar a un acuerdo con Boca (algo improbable, sobre todo porque el presidente Jorge Amor Ameal no está dispuesto a pagar el precio político que significaría el alejamiento del N° 10, el más mimado por el público xeneize), en sus condiciones físicas actuales le sería difícil superar una revisión médica para fichar por algún otro equipo.
Ahora bien, Riquelme añora firmar un contrato por tres temporadas y los dirigentes le ofrecerían un año y medio (en diciembre de 2011 habrá elecciones). "Los dirigentes llamaron a mi representante en diciembre y en enero -recordó Román- Boca no estaba pasándola bien, había renunciado Coco Basile, a los cuatro días el manager (Carlos Bianchi) se fue. Tenía la posibilidad de ir a otros clubes para jugar la Libertadores, pero mi obligación era quedarme. Los dirigentes quedaron que en unos días se comunicaban, pero han pasado 40 días y nunca llamaron. Por eso dije que había muchas posibilidades de que el partido con Huracán fuera el último mío con la camiseta de Boca." No son días sencillos para Riquelme. Una rodilla lastimada y su futuro incierto lo irritan. Los días de paz muy lejos están de acompañarlo.
- Un superclásico trascendental en la reserva
Boca y River, ambos punteros de la reserva, se medirán hoy, a las 15, en el predio de Casa Amarilla, en un choque pendiente de la 10a fecha. De ganar, cualquiera de los dos equipos quedará cerca del título, porque sólo resta una fecha para el final del torneo.
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