Vélez salvó la noche gracias a su viejo oficio
Sin lucir, pero con carácter, venció 2-1 a Godoy Cruz; perdía a los 3 minutos, pero lo revirtió con la clase de Pratto
Vélez tiene estas cosas. Se lo puede dar por muerto de a ratos, pero sabe reinventarse. Parece perdido y sin motivaciones, pero de golpe se entusiasma, mejora el juego sobre la marcha y revierte un resultado con el overol puesto. Y hasta renueva una esperanza, empujado ahora por su público, que le exige ganar en la última fecha, dentro de dos semanas, para aguarle una hipotética consagración a San Lorenzo. ¿Es ésa la flamante motivación que lo mantiene en pie ahora? Quizás algo de ello hubo en el 2-1 final de anoche frente a Godoy Cruz, un rival que tuvo una primera parte elogiable pero que se desinfló progresivamente. Y eso, ante Vélez, aun cuando no pelee por nada, puede asemejarse a un suicidio.
Los Tombinos hicieron rápido y bien los deberes. Desestabilizaron emocionalmente a Vélez con un gol temprano después de una entrada de Castillón que tapó Sosa y dio rebote. El delantero no se dio por vencido y la porfió, hasta que logró mandar un centro para que el instinto goleador de Mauro Óbolo, con un cabezazo de pique al piso, decretase velozmente la ventaja. Iban apenas tres minutos y los mendocinos generaban un cambio de planes para los dos.
Vélez es un equipo que en los últimos años se acostumbró a pelear títulos y copas internacionales, más allá de que los haya ganado o no. Tal vez ese acostumbramiento y el hecho de quedarle un poco lejana la lucha por el título esta vez, lo colocó en una situación de mero espectador que -aunque activo- no es el mismo que cuando le sobran incentivaciones. En el primer tiempo se mostró muy flojo en el fondo y sin convicción a la hora de pelear en el medio, aunque por la calidad técnica de algunos de sus jugadores tuvo momentos en los que se erigió en dominador.
De todos modos, pareció poco para un conjunto que, al igual que su oponente, estaba ante la posibilidad de situarse a tres unidades de San Lorenzo, aunque con un partido menos. En la etapa inicial, la visita entendió mejor esa oportunidad. El conjunto dirigido por Ricardo Gareca sólo complicó a Carranza con un disparo de Lucas Pratto que buscaba destino de red promediando la etapa. Más sólido y amenazante, Godoy Cruz mostró a José Luis Fernández y a Alexis Castro como baluartes capaces de ponerse al hombro las dificultades y manejar los tiempos, alimentando a su vez a hombres peligrosos y sedientos de gol como el incisivo Castillón y el siempre complicado Óbolo.
Sobre el final, justamente un disparo del ex Vélez que pegó en el palo pudo cerrar con un más cómodo 2-0 el primer tiempo. Vélez, en definitiva, aun en una noche aciaga, seguía con vida y sólo un gol abajo. Tal vez demasiado para el escaso espíritu de pelea que mostraba.
Puede decirse que en Liniers esperaban una reacción y que saben que su equipo es de tomarse las cosas con calma, fiel a la filosofía que impone Gareca en sus dirigidos. Entonces, Vélez no dio vuelta las cosas de la noche a la mañana. Al contrario, fue haciéndolo lentamente. Con trabajo, con sacrificio y bastante más precisión que en los primeros 45 minutos. Primero fue un pase de Insúa a Cubero y un centro del capitán para la cabeza de Allione y el 1 a 1. Creció Pratto. O mejor dicho, se agigantó Pratto. Por él pasó lo mejor de lo que se vio anoche y cuando puso entre ojos el arco rival fue letal. Como a los 39 minutos, cuando desde el banco Martín Palermo arengaba a mantener la igualdad a los suyos y él decidió quebrar la paridad con un derechazo determinante que Carranza no pudo parar.
Ganó Vélez. Dio ventajas, pareció desmotivado de a ratos. Pero está a tres puntos, y siempre encuentra objetivos para seguir en la pelea.
Ante el Ciclón, con socios y sin vuelta olímpica
Dada una vieja y peligrosa rivalidad existente entre las hinchadas, el partido de la fecha final entre Vélez y San Lorenzo parece concitar más atención en el futuro de la gente de Liniers que cualquier otra cosa. En principio, ese encuentro se realizaría sólo con socios locales en las tribunas, con la promesa de la dirigencia del Ciclón, en caso de que el equipo de Boedo conquiste el título del torneo Inicial ese día, de no dar la vuelta olímpica en el estadio José Amalfitani, como un pacto de caballeros.
Un feudo prohibido
El estadio Amalfitani sigue siendo prohibitivo para las ilusiones de Godoy Cruz. Lo visitó siete veces y perdió en 6. En el único empate (Clausura ‘12), Óbolo –hoy en Vélez– anotó el gol tombino para el 1 a 1.
Zárate, de regreso
Tras la lesión ante Ponte Preta, en Brasil, el 31 de octubre (empataron 0-0), anoche reapareció en Vélez Mauro Zárate, recuperado de un desgarro.
La vuelta de Lunati
Después de ocho meses, el juez Pablo Lunati volvió a dirigir en primera división. Su último cotejo fue el 18 de marzo (Arsenal 3-San Martín de San Juan 2), si bien el lunes último arbitró Independiente 2-Douglas Haig 0, en la B Nacional.
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