Gabriel Heinze: "nos volveremos a encontrar"
ROSARIO.- La tarde se cerró y la lluvia le puso un marco melancólico a la despedida del fútbol de Gabriel Heinze, un multicampeón, un frontman del amor propio ante cada desafío, tras 17 años dentro de trayectoria.
Lo hizo "en su casa, con su gente". Heinze dejó una huella eterna en el corazón de Newell's y de sus hinchas. La emoción cubrió cada rincón del Coloso y el ahora ex defensor se quebró varias veces entre lágrimas. "Los más lindo que le puede pasar a un futbolista es ser honesto y campeón".
La carrera que emprendió lo pone, seguramente, entre aquellos jugadores argentinos de mayor renombre mundial. Lejos se divisa aquel debut el 2 de octubre de 1997, ante San Lorenzo, al que le sumó un puñado de partidos antes de viajar a Valladolid. El equipo español y Sporting de Lisboa fueron su enseñanza europea. Con Paris Saint Germain, su bautismo como campeón. Después, la más alta competencia con la que puede soñar un pibe: llegar al Manchester United de sir Alex Ferguson, salir campeón de la Premier League, ser elegido el mejor jugador del plantel. Claro que a la voracidad de protagonismo le agregó otro escalón, Real Madrid, donde también ganó la Liga. ¿Algo más? Por supuesto. Brillar en Olympique de Marsella, el equipo más popular de Francia, donde también se coronó. Su paso por Roma sirvió para la estadística.
A la par, la selección argentina lo tuvo como un caudillo. Jugó dos mundiales y se colgó la medalla dorada en Atenas 2004. Volvió a Newell's en un momento delicado por el promedio. Junto con el Tata Martino, Maxi Rodríguez y Lucas Bernardi encabezaron la reconstrucción, espantaron el descenso y le entregaron un título más al club, dejando un sello indeleble con un estilo futbolístico de altísimo nivel y mostrando identidad. Fue su 11° título. "Hacer grande a un club es ganar títulos, no los clásicos", dijo con franqueza.
Se bañó de la ovación de 40 mil hinchas y el abrumador afecto de sus compañeros. Agradeció a muchos, pero, especialmente, a sus hijos y a Florencia, su esposa, "la mujer más hermosa del mundo". Y cerró: "Siento orgullo, esto no es un adiós, ya nos volveremos a encontrar".
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