Garraffo y una posible despedida
La precipitada finalización del proceso de Fernando de la Rúa al frente del gobierno nacional también podría interrumpir el mandato de Marcelo Garraffo como secretario de deportes. "Me podrán ver sólo algunas veces más en estas oficinas o tal vez siga hasta marzo. No sé qué va a pasar en el futuro, pero sí deseo colaborar de la mejor forma con la transición", habrán sido más o menos las palabras de Garraffo a sus colaboradores en el Cenard durante una reunión breve e informal llevada a cabo anteayer en el complejo de Núñez.
Ni se mencionó la palabra renuncia, pues ésa no es la intención de Garraffo, pero él sabe que su destino como funcionario del deporte nacional no se encuentra en sus manos. El alejamiento es una posibilidad latente, pero su continuidad depende exclusivamente de la decisión que tome el futuro ministro de Turismo, Cultura y Deportes (Daniel Scioli era el candidato más firme para hacerse cargo de dicha cartera). Hasta el momento, mandan las suposiciones. La única certeza sería la renovación (hasta marzo próximo) de los contratos de los cerca de 40 empleados del área.
Desde que asumió, en diciembre de 1999, Garraffo estuvo en funciones bajo la órbita de cinco ministros (Graciela Fernández Meijide, Marcos Makón, Héctor Lombardo, Juan Pablo Cafiero y Hernán Lombardi), y por estos días estaba bastante entusiasmo por algunos proyectos inmediatos, como los programas del verano y la convicción de que en un corto plazo se iban a poder cancelar las deudas con los entrenadores nacionales. El país vive instantes de cambios, y el deporte también podría tenerlos.