“Get-back coach”: el increíble rol casi invisible del fútbol americano

Los cuerpos técnicos de los deportes en grupo están compuestos por todo tipo de especialistas. Además de los visualizadores, reclutadores, psicólogos y médicos, hay algunas otras funciones que son más específicas de acuerdo a la disciplina que se trate. En el fútbol americano, por ejemplo, existe un rol muy particular, que es el del “get-back coach”. En particular, su tarea es la de evitar que el entrenador se choque con un árbitro del partido, lo cual es pasible de penalización en la NFL. Además, también tiene la responsabilidad de prevenir que el jefe colisione con los jugadores de campo.

Ted Rath, que cumplió este rol en Los Angeles Rams (últimos campeones del Super Bowl) hasta 2019, explicó en una entrevista con las redes oficiales de la NFL en qué consistía su función y hasta se animó a categorizarlo como una expresión dancística. “Tengo que pararme detrás del entrenador y sacarlo del camino cuando el árbitro se topa con él para no sufrir una penalidad. Hay un arte en eso. Es como un baile. Tango, ¿quizás?”, relató.

Cuando ocupaba ese rol en el equipo, el técnico era el mismo que conquistó el título semanas atrás, Sean McVay, quien por cierto, lo hacía transpirar bastante, ya que no es precisamente un entrenador que se quede quieto al costado del campo.

En esa misma entrevista, se muestra el video en el que Rath debe asistir a su jefe en situaciones muy distintas entre sí. Sin perderle pisada, hay veces que tiene que correrlo para atrás, y en otras, hacia el costado.

En la misma filmación, en tanto, al intenso McVay se lo advierte impávido, casi como un robot, muy concentrado en el partido, y por lo tanto, confiado de que Ted hará bien su labor. En cualquier caso, su evidente habilidad para ejercer el cargo y su peculiar manera de hacerlo hizo que la grabación rápidamente se viralizara.

Mientras que McVay se convirtió este año en el entrenador más joven en conquistar el Super Bowl, su exasistente trabaja para los Philadelphia Eagles como director de rendimiento deportivo del equipo.

En el plano personal, el “bailarín” fue acusado de agresión sexual por delitos menores en tres diferentes cargos. En ese momento, se pidió una licencia con los Rams, hasta que fue absuelto y declarado no culpable.