Golf loco: una pelota en un nido de pájaros y la“bomba” sobre las casas

Corey Conners dedicó más tiempo a rescatar pares que a perseguir birdies. Y esa receta le dio resultados el viernes en el Arnold Palmer Invitational, durante una jornada en que el sol resecó el campo Bay Hill. Así, el canadiense lideró el certamen tras las dos primeras vueltas, con un total de 135 (-9). Este sábado, en el “moving day”, Emiliano Grillo intenta escalar posiciones a partir de un total +1. Su grupo es seguido en vivo por ESPN Play a partir de las 10.35.

Pero la ronda de ayer en el PGA Tour dejó dos perlas imposibles de soslayar. En el hoyo 16, sucedió que la pelota de Jason Day quedó apoyada en un nido de pájaros, en lo alto de un árbol. En un principio, la búsqueda de la bola resultó frenética; nadie sabía a dónde había ido a parar la salida del australiano. Pero su caddie terminó siendo clave gracias a que facilitó un largavistas. De esta forma, una vez que Day detectó su pelota incrustada entre las ramas, se le permitió reponer la pelota sin multa por ser considerada injugable.

“No sé de dónde sacó los binoculares”, señaló el ex Nº 1 del mundo, en referencia a la colaboración de su llevapalos. Pero también, Day recibió la ayuda de sus compañeros de grupo: su buen amigo Rickie Fowler y el noruego Viktor Hovland, un jugador que tiene como semblante natural una sonrisa. “Es un poco desafortunado que se haya atascado ahí la pelota. No había nada que podía sostenerla, aparte de un nido. Creo que la mamá del pajarito volverá y encontrará otro huevo allí”, bromeó.

Finalmente, en aquel par 5 del hoyo 16, Day terminó firmando un doloroso doble bogey que lo retrasó en las posiciones. En el mismo torneo, pero en 2013, Sergio García se animó a trepar un árbol para pegar su tiro desde allí.

Pero no solo hubo un show aparte con el destino de la pelota de Day. Acostumbrado ya a sorprender con sus formidables golpes de salida, el norteamericano Bryson DeChambeau tiró una bomba en el par 4 del 10 (400 yardas) cortando el fairway y haciendo volar su pelota por encima de las casas que bordean el hoyo por la derecha. Con su drive llegó a pegar 328 yardas, despertó los gritos de los espectadores y los comentarios de admiración de los relatores de la transmisión oficial. Al final, concretó un par en ese tramo de la cancha.

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