Emiliano Grillo aprende a ser anfibio

TROON, Escocia.- Las condiciones del tiempo cambiaron, pero no la situación de Emiliano Grillo y Fabián Gómez en el Abierto Británico. La lluvia que se desató desde las 10 hasta las 15 estaba en todos los pronósticos después de la jornada radiante de sol del jueves, y los argentinos mantuvieron el statu quo del primer día del Major más tradicional del mundo del golf.

Grillo subió sólo un golpe respecto a la primera vuelta: hizo 72 y quedó -1 en el tablero, a 9 del puntero, Phil Mickelson, con 141 en total. Para Gómez, la ronda fue apenas algo mejor que la del inicio: presentó una tarjeta de 74, tres sobre el par, y sumó 150. De más está decir que no superó el corte y no seguirá el fin de semana en Royal Troon.

Grillo sufrió el agua y el viento en el recorrido de vuelta, al revés de lo que le ocurrió a Gómez. Como el primer día, hizo par en los nueve de la primera mitad y el putt no estaba a la altura del juego largo. La facilidad con que encontraba los fairways volvía a contrastar con el juego corto, que no encontraba el hoyo en un solo golpe.

"Pasó lo mismo de ayer, no entró. Es para todos igual, así que hay que tener un poco más de paciencia y seguir intentando", afirmó Grillo tras pedir limitarse a "un par de preguntas". "Porque me estoy c* de frío y me quiero dar un baño", justificó. A muchos nos pasaba lo mismo, después de dos horas y media bajo una lluvia que venía oblicua desde el mar, empujada por el viento.

Ése fue otro invitado nuevo ayer. La semana de prácticas y el primer día de competencia habían transitado sin más que alguna brisa de a ratos y sol. "Era un campo totalmente nuevo hoy, una situación totalmente distinta, así que había que adaptarse, siempre con palos nuevos. Muy pocos hoyos terminaron con el mismo palo del tee de salida", explicó.

Sin embargo, lo más difícil vino luego. "En la vuelta hubo viento a favor, pero mucha lluvia. Veremos cómo viene el clima mañana". Se pronostica de nuevo cielo nublado, aunque las chances de precipitaciones son pocas. "Hay que estar preparado para hacer la mejor estrategia", sostuvo Grillo, resignado desde el día en que se anotó en el torneo a afrontar el problema climático.

Como saldo de la primera mitad del Abierto, lo seguro es que Emiliano acertó en cada circunstancia. "Hoy sentí que jugué un poco mejor, que pegué bien un par de tiros que me habían costado subir el score el jueves. Simplemente, la pelota sigue sin querer entrar", evaluó.

Lo esperaba una ducha caliente. Y después de devolverle el calor al cuerpo, el chaqueño pensará en que no está nada mal haber superado el corte en sus primeros Majors: Masters, Abierto de Estados Unidos y Abierto Británico. A los 23 años, esto es como un curso acelerado por el talento y el trabajo. "Siempre es bueno jugar el fin de semana", concluyó.

Para Gómez, el rendimiento fue flojo en un certamen que permitió continuar a jugadores con hasta +4. Volvió a tener problemas en el green, a lo cual sumó una eficacia de apenas 50% en fairways, un inconveniente que en esta cancha se paga más caro que en la mayoría del circuito europeo y del PGA Tour.

Su intención y la de su equipo de buscar la "vuelta buena" que lo dejara pasar el corte chocó con la lluvia y el viento. No fue una jornada como para buscar con agresividad y descontar 5 sobre el par.

En el campeonato, Phil Mickelson (132 y -10) sigue primero después de una vuelta que, aunque no se acercó a la maravilla del jueves y su 63, terminó en 69 (-2). Pero ahora tiene al sueco Henrik Stenson pisándole los talones, a un golpe, después de una vuelta de 65, con 7 birdies -tres al hilo en la ida- y de la inicial de 68, cuando hizo un águila, por caso.

Sexto en el ranking del mundo, Stenson tiene 40 años y cuatro colocaciones entre los cinco primeros en Majors, pero eso fue entre 2013 y 2014. "La diferencia es que en los últimos torneos grandes no tuve el control de mi juego, cosa que conseguí ahora. Tuve un objetivo y lo cumplí", comentó.

Entre los destacados que no superaron el alto punto de corte están Justin Leonard (+5), los sudafricanos Louis Oosthuizen y Ernie Els, y el japonés Hideki Matsuyama.