Tiger y el Pato, contra los fantasmas
Hoy, en el comienzo del primer Major del año, el N°1 deberá luchar contra el oprobio de su pasado y focalizarse en el juego; Cabrera defiende el título, aunque reconoce que no está fino con sus golpes
AUGUSTA.– El miércoles es el día en que los fanáticos quieren pasar a la inmortalidad sacándose postales en este campo de ensueño. Es la última chance para tomar retratos sin restricciones, impregnarse con gusto del polen de las azaleas y filmar los legendarios puentes del Amen Corner, el triángulo de hoyos más temible entre el 11 y el 13. Adonde apunte la cámara, la foto va a salir bien: las flores de abril son las de mayor colorido y brillo del año. El hormigueo de gente fluye sin urgencias por esa alfombra de verdes intensos, ambientado como un jardín japonés. Aquí juran que todo es natural: nada de fertilizantes, pesticidas, trasplantes o calefacción artificial.
El encanto de caminar como un espíritu libre en esta maravilla concebida por Bobby Jones y Clifford Roberts tiene su razón de ser. Desde hoy estará en juego el primer major de la temporada, el que le cambia la vida a cualquier jugador y ofrece como premio la prenda más emblemática, sinónimo de grandeza. Angel Cabrera, defensor del título, tomó dimensión de qué se trata todo esto cuando volvió este año al Augusta National. Lo homenajearon y lo hicieron sentir un elegido. "Pensar que de acá me fui con el saco verde", dijo ayer entre suspiros.
La expectación por el torneo en sí mismo es tan grande como el morbo alrededor de Tiger Woods. Durante su carrera se especuló acerca de cómo le afectarían distintas lesiones, su casamiento, la muerte de su padre o el nacimiento de sus hijos, en pos de igualar los 18 títulos de Grand Slam de Jack Nicklaus. Pero esta inactividad de cinco meses, luego del escándalo más truculento en la historia del deporte, es una contingencia inclasificable. ¿Desfilarán en su mente sus 16 amantes al momento de pegar desde el tee del 1?
La gran pregunta es si Tiger se abstraerá de su más fresco pasado para alcanzar el 15° major. Allá él con sus fantasmas, pero un ejército de policías estará atento para custodiarlo. El personal de seguridad carga con las fotos de las playmates que pasaron por el lecho del astro y tiene la instrucción de expulsarlas ante un acoso en pleno torneo. Las modelos (algunas no tanto) demostraron que por dinero son capaces de cualquier cosa, y qué mejor que un nuevo sainete para el regocijo de los tabloides. El martes identificaron a una supuesta amante entre el público y la interrogaron, hasta que concluyeron que se habían equivocado de persona, con las disculpas del caso. Todo este clima enrarecido no escapa de la órbita de las autoridades: "Estamos en guardia permanente sobre la seguridad, como en nuestros 74 años de historia. Nos sentimos preparados para afrontar cualquier problema", aseguró Billy Payne, el presidente del Augusta National.
Más allá de los dobleces del N°1, nadie cree atinado descartar a Tiger de la lucha. Pero las amenazas son muchas, principalmente el sudafricano Ernie Els, que llega en el momento justo para ganar aquí por primera vez. El nuevo orden global que buscan imponer los jugadores de Europa, América del Sur y Asia (el inglés Paul Casey, el colombiano Camilo Villegas y el japonés Ryo Ishikawa, sólo tres ejemplos) atenta contra la acostumbrada supremacía local.
A todo esto –y como un ente inmune a cualquier factor de presión– aparece el Pato Cabrera, que el domingo deberá devolver la chaqueta si no demuestra lo contrario con otro título. Hablar sobre temores deportivos con él es recordar su orden de prioridades. "Me crié en la calle, me tuve que defender para sobrevivir, trabajé para poder comer, robaba pollos para hacerme una sopa. Todo eso me hizo más fuerte", le confió al diario Augusta Chronicle. Su dura infancia reduce al ridículo la eventualidad de un bogey o un doble bogey. Su instructor, Charlie Epps, comentó: "Una vez le pregunté a Angel sobre sus escapadas por la noche para robar pollos, y si le tenía miedo a los perros del dueño del gallinero. Y me respondió «Charlie, cuando tenés hambre no le tenés miedo a nada»". Esa valentía es el punto medular de Cabrera. Quizá no luzca fino en el juego, como admite, pero hará todo por conservar el honor de campeón. "Sé que un golpe bueno puede cambiar la historia. La paciencia y estar iluminado son las claves", explicó.
La última práctica del Pato consistió en nueve hoyos en compañía de un amigo, el español Alvaro Quirós. Notó que el campo estaba empastado: "Eso fue lo que más me sorprendió, hay más hierba un poco antes de los greens y la pelota se frena. Pero la cancha de Augusta se transforma ni bien empieza el torneo".
Mientras el cordobés ensayaba, la gente deliraba en el par 3 del hoyo 16. Los jugadores pegan normalmente desde aquel tee, pero a pedido de las tribunas animan un show aparte con un tiro alternativo, unos metros más adelante, cuya gracia es lograr que la pelota atraviese la laguna haciendo patito hasta saltar con fuerza y subirse al green. Cuando concretan la miniproeza atrona un rugido parecido al que empezará a escucharse desde hoy, en el momento de la verdad.
- Las principales salidas de la primera vuelta
Hoy, a las 11.24 (hora argentina), saldrán Angel Cabrera, Jim Furyk (EE.UU.) y Byeong-Hun An (Corea del Sur); a las 11.35, Phil Mickelson (EE.UU.), Robert Allenby (Australia) y Y. E. Yang (Corea del Sur); a las 13.36, Camilo Villegas (Colombia), Kenny Perry (EE.UU.) y Rory Mc Ilroy (Irlanda del Norte); y a las 14.42, Tiger Woods (EE.UU.), Matt Kuchar (EE.UU.) y K. J. Choi (Corea del Sur).