Guiñazu
Una escapada de unas horas a Rosario sirvió para reencontrarse con la familia. El regreso de Pablo Guiñazú a Buenos Aires fue sin escalas al complejo de Villa Dominico, donde Independiente se entrenó ayer por la tarde. Como los tiempos no daban, su esposa, Erica, y su hijo, Matías, de un año, tuvieron que acompañarlo a la práctica. Tras bajar de un auto cuyo asiento trasero estaba desbordado por bolsos y juguetes para niños, Papá Guiñazú ingresó en la utilería y le consiguió una pelota a " Matute", como llama a su hijo. Las corridas y los tropiezos del pequeño Guiñazú se robaron la atención de un plantel aliviado por la victoria de anteayer frente a Racing.
"Cuando yo era chico jugaba por diversión en las canchas de mi pueblo (General Cabrera, Córdoba). Más allá de que uno después asuma el profesionalismo, no se puede concebir otra manera de ver el fútbol si no es como diversión", explica Guiñazú unos minutos antes de la práctica. Las correrías de "Matute" sirvieron para una charla diferente. Lejos del exitismo, Guiñazú entrega una visión particular del fútbol actual. El, que fue la figura del clásico de Avellaneda que quedó en manos de Independiente, no acepta elogios desmedidos: "No me gustaría ahora que se sobredimensione el triunfo ante Racing. Ni antes éramos un desastre ni ahora somos unos fenómenos".
-¿Es evidente que no estás conforme con la valoración que se hace en el fútbol actual?
-Lo que sucede es que lo único que importa es el resultado. No está bien lo que está sucediendo. Hay veces que uno juega bien y no gana, pero el análisis final siempre es negativo. La imagen que queda es si sacaste puntos o no. Mandan los resultados y nada más.
-¿Al plantel le molestaron los reproches de la gente en la derrota con Vélez, en la primera fecha del Clausura?
-Este será un equipo que no tiene muchas figuras, pero tiene un corazón enorme. Yo no soy quién para darles consejos a los hinchas, ya que no hace tanto que estoy en el club, aunque creo que la actitud del otro día no fue la más acertada.
-¿Por eso no festejaron con los hinchas después de la victoria frente a Racing?
-Si no nos acercamos a los hinchas de Independiente fue porque no queríamos quedarnos mucho tiempo dentro de la cancha. La verdad es que de la euforia que teníamos no nos dimos cuenta.
-¿No fue algo acordado antes del clásico de Avellaneda?
-No... nada que ver. Es cierto que tuvimos un festejo interno, pero no fue premeditado. Quizá teníamos tantas ganas de festejar entre nosotros que no nos dimos cuenta. Pero no piensen mal porque en realidad fue algo que se dio así por la tensión del final.
-¿Pensás que los hinchas exacerban sus sentimientos cuando van a la cancha?
- Lamentablemente el hincha no disfruta del fútbol. Lo ideal sería que no se dramatice tanto. No puede ser que ocurra lo que pasó ayer. Aparte no es que se generó un conflicto por el resultado, si no que antes del partido ya había un muerto y 20 heridos. ¿Cómo puede ser? El fútbol es una fiesta y la gente va a tener que tomar conciencia. Un clásico tan festivo como el de Avellaneda se entristeció antes del comienzo.
La charla culmina. Guiñazú emprende una carrera hacia un beso fugaz para Matute y luego se suma al plantel que se entrena con vistas al partido de mañana con Newell´s. Por una cláusula especial, Guiñazú no podrá jugar frente a su ex club y será reemplazado por Federico Insúa. "En los minutos finales del clásico me sentí muy a gusto jugando al lado del Pocho (por Insúa). Es una lástima que no pueda jugar este partido porque quizá Clausen decidía ponernos a los dos juntos", dijo Guiñazú.
El plantel quiere dinero
Apoyándose en la victoria de anteayer en el clásico frente a Racing, los jugadores de Independiente se reunieron antes del entrenamiento y exigieron una respuesta a los dirigentes. Al plantel se le adeuda parte de noviembre, diciembre, enero y el aguinaldo. El vicepresidente Fernando Scciacaluga confirmó que esta semana se reducirá la deuda.
- Mañana, ante Newell´s, habrá un solo cambio: Insúa por Guiñazú; el equipo formará con Rocha; Villavicencio, Zelaye y Pernía; Bustos; Pekarnik, Franco y Eluchans; Insúa; Vuoso y Cuba.
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