Hakkinen persigue un digno final de año
SEPANG, Malasia.- Al parecer, el título mundial de Fórmula 1 conseguido por el alemán Michael Schumacher (Ferrari) hace trece días en Japón no hizo mella en el espíritu combativo de su gran rival, el finlandés Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes).
Decidido a dar batalla, aunque ya haya resignado la corona, Hakkinen dominó los ensayos oficiales con miras al Gran Premio de Malasia con sólo 14 milésimas de ventaja sobre Schumy; esta madrugada, ambos volvían a ser protagonistas salientes de la clasificación. La última competencia de la temporada se pondrá en marcha mañana a las 4 (hora argentina, con TV en directo por PSN) y definirá la Copa de constructores, en la que Ferrari aventaja por 13 unidades a McLaren.
El primer contacto de las máquinas con el asfalto malayo tuvo sus complicaciones. La humedad y el calor convirtieron al circuito en un sauna. Al mediodía se midieron 70º en el habitáculo del coche de Schumacher, quien dijo: "Lo peor no era conducir, sino sentarse en el auto y esperar".
Más que a los monitores de tiempos, los protagonistas miraban los partes meteorológicos, que no auguraban nada bueno. Temperatura del asfalto, 53º; ambiental, 32º, y humedad, 55 por ciento. Un infierno.
Como siempre, las dos Ferrari y los dos McLaren establecieron una clara diferencia con el resto. El escocés David Coulthard fue tercero con el otro McLaren-Mercedes y el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari) quedó cuarto.
Con el campeonato de constructores aún sin definirse, el otro gran duelo, con varios millones de dólares en juego, lo sostendrán Minardi (el equipo del argentino Gastón Mazzacane) y Prost Grand Prix, las dos únicas escuderías que no sumaron puntos en el año.
Es que diez de los once equipos de la F. 1 tendrán gratis todos los desplazamientos durante la temporada próxima, de acuerdo con su ubicación final en el certamen. Por lo tanto, mañana, más que nunca, ambos teams buscarán el punto salvador para aliviar sus finanzas.
Nunca tan contento. Schumacher, quien recibió un tratamiento de rey al llegar aquí, confesó que jamás estuvo más feliz en su vida. "Este campeonato fue un alivio enorme", expresó el campeón, quien se fue de vacaciones con su esposa Corinna a Tailandia y se sintió más relajado que nunca.
Con tranquilidad, Schumy aprovechó para justificar la euforia con la que siguió el himno italiano en Suzuka, lo que fue duramente criticado por el premier de ese país, Francesco Cossiga. "Es que con el himno alemán estoy solo, pero con el italiano estoy con todo el equipo. En Suzuka había un ambiente de fiesta y fueron muchos los muchachos de la escudería que me pidieron que lo cante", relató.