Raquetas hipotecadas. Hay que esperar y no deber plata
Por Luis Lobo
Si tuviera que aconsejar a un chico le diría que no recurra a un sponsor. Creo que los contratos que se firman son muy largos y pueden llegar a perjudicarlos.
Cuando uno quiere ser tenista se da cuenta si le puede dar el cuero. Ahora, con la cantidad de torneos que hay en América del Sur, con pedir unos pesos prestados a algún amigo o familiar, cualquier chico puede salir de gira. Con la plata que se consigue en esos challenger o satélites se puede seguir viajando. Eso sí, hay que ser austero y cuidar lo que se gana. Hay que ir de a poco.
Además, otra opción son los interclubes de Europa. Yo entiendo, porque lo sufrí y mucho, que es difícil irse a jugar para un club en un país que no se conoce ni el idioma. Pero allá ese tipo de certámenes son rentados y con la plata que se puede ganar alcanza para sumar y seguir. Es más difícil, pero no se contraen deudas.
Lo digo porque a mí me costó mucho llegar a ser alguien en el tenis. En mi época como juvenil, recibí una beca de la academia que tenían Oscar Barral y Carlos Gattiker. En un principio, eso me ayudó, pero después se hizo más difícil. Estuve parado, casi dejo de jugar. Hasta que reuní 2500 dólares e intenté otra gira por Europa. Empecé a jugar dobles con Javier Sánchez y mi historia cambió. No le tuve que pagar nada a nadie. Por eso creo que más allá que se sufra, si uno tiene condiciones, se puede llegar.
(*) Doblista. Integra el equipo argentino de Copa Davis y es el coach de Marcelo Ríos. Fue Nº 8 del mundo junto con Javier Sánchez en 1995
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