Heinze: "El defensor, a veces, tiene que ser un poco malo"
El zaguero central disfruta con emoción este presente y confió que, por su personalidad, sabe que juega al límite
HERZOGENAURACH, Alemania.- Hace algunas horas, a través de la línea telefónica, Florencia, su señora, lo alentaba con el amor y el orgullo que sienten esas personas que son incondicionales. ´Te lo ganaste vos, sólo, con tu coraje, con tu perseverancia. O, ¿quién se levantaba a las 7 de la mañana para comenzar todos los días con la kinesiología? ¿Quién no se dio por vencido nunca, dijeran lo que dijeran los demás? , escuchaba Gabriel y se conmovía hasta las entrañas. Pero él sabe quiénes fueron sus pilares, quiénes no lo dejaron caer. Por eso las lágrimas cuando escuchó el himno antes de jugar con Costa de Marfil. "Ese instante era para el viejo, claro; todo lo que me pase en el Mundial será para él y para mi familia", recuerda. Termina de decirlo y otra vez se le quiebra la voz. La rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda que lo mantuvo inactivo durante siete meses y lo acorraló contra la desesperación es parte del olvido.
El 30 de marzo de 2004 Gabriel Heinze había jugado su primer partido con la camiseta de la selección en la Argentina. Una victoria por 1 a 0 ante Ecuador, con su papá Jorge mirándolo orgulloso desde la platea del Monumental. Después, juntos se dirigieron a Ezeiza para que su hijo se tomara el primer vuelo a Francia y volviera a sumarse a Paris Saint Germain, por entonces, su club. Jorge se subió a su auto y recorrió el camino hasta Crespo, el pueblo de siempre en Entre Ríos. Se acostó, revivió cada instante con su hijo, cerró lentamente los ojos y se durmió en paz.
El Sonri , apodo que le pusieron desde la infancia porque casi siempre está con una sonrisa a mano, se convierte cuando ingresa en la cancha. Es recio, áspero. Como si viviese una metamorfosis. "El defensor, a veces, tiene que ser un poco malo. En algunas oportunidades me excedo, pero soy así, sé que juego al límite. A Drogba no le gusta el contacto físico y en esa lucha hay que valerse un poco de todo. Más cuando uno es chiquito", bromea Gabriel, que mide 1,78 metro y anteayer no se ahorró manotazos contra el 1,84 metro del marfileño. Ni insultos. "Y , nos dijimos algunas cositas en francés", admite. Claro, es un duelo con antecedentes: comenzó en el Championat, cuando el Gringo defendía la camiseta de Paris Saint Germain y Drogba la de Olympique Marseille. Y continuó en la Premier League, ahora con Heinze en Manchester United y Didier en Chelsea.
Le duele todo a Gabriel tras el debut. Pero a no preocuparse, es lógico.
"En el segundo tiempo, me asusté a causa de un golpe, pero mi rodilla no tenía nada que ver", revela ahora, como una intimidad, distendido. Y ya planifica el cotejo del próximo viernes ante Serbia. "Ya pasó el debut, pero presión vamos a tener igual. O más presión, porque después de ganar el primer partido la expectativa en la Argentina debe haber crecido. Serbia y Montenegro es un rival más compacto que Costa de Marfil. Tienen mayor experiencia y un manejo más cuidado de la pelota. Ya pasó la ansiedad por el debut deberemos plantear un partido diferente porque los serbios son más fuertes en defensa que los marfileños. Habrá que agarrar fuerzas y prepararnos para lo que venga", anticipa.
Le sobra confianza. "Para mí, la Argentina siempre es favorita", advierte el hombre que hace cuatro años despedía a Mauricio Pochettino y al nigeriano Jay Jay Okocha, por entonces sus compañeros en PSG, que se iban para jugar el Mundial de Corea-Japón. Hoy, él es el protagonista. Tras los golpes, ahora lo impulsa su instinto de superación.
- El éxito para papá Jorge y el gesto para Villani y Martínez
La alegría por el debut exitoso en la Copa del Mundo representó una de las mayores en la vida deportiva de Gabriel Heinze, es por eso que le dedicó el triunfo ante Costa de Marfil a su padre, Jorge, que falleció en marzo de 2004. El defensor de Manchester, utilizó una camiseta en cada tiempo del partido, las cuales después se las obsequió a los doctores Donato Villani y Daniel Martínez, ya que ambos lo ayudaron en la recuperación de su lesión.
30 La cantidad de partidos que disputó en el seleccionado mayor. Heinze, que marcó un gol, debutó en el conjunto nacional en amistoso ante Libia que la Argentina ganó 3-1.
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