Invierten los papeles, pero el reconocimiento persiste
Carlos Bianchi y Oscar Tabárez intercambiarán mañana los bancos que los coronaron como campeones
No habían pasado muchos días del otoño europeo de 1996 cuando el uruguayo Oscar Tabárez asumía como técnico de Milan: de pronto, recibió un inesperado llamado en su casa. Era Carlos Bianchi, que también como flamante entrenador de Roma, le auguraba suerte en Italia y se ponía a su disposición.
Aquella charla telefónica en Italia fue la primera que mantuvieron los DT, pues en el partido que los había enfrentado en la Argentina por el torneo Clausura 93, apenas se saludaron en el José Amalfitani. El Virrey era el técnico de Vélez y el Maestro, de Boca. El partido terminó 1 a 1, con goles de Trotta, para el equipo local, y de Acosta, para el visitante. Pero ese encuentro, que ahora adquiere trascendencia por el enfrentamiento de mañana entre ambos, en su momento tuvo repercusión porque Boca perdió los puntos, como consecuencia de la llegada tarde de Alejandro Giuntini al control antidoping.
"A raíz de esa llamada guardo un gran recuerdo de Bianchi. El no me conocía y, sin embargo, me llamó y se puso a mi disposición. A mí me hubiese gustado felicitarlo por todos los logros que consiguió en los útlimos años, pero por ese entonces me imaginé que Carlos quería estar con la familia", dijo Tabárez, al explicar su relación con su colega de Boca.
Pero aquel controvertido encuentro de 1993 no fue el único choque entre Bianchi y Tabárez. En Roma, el 13 de octubre de 1996, el equipo del Virrey derrotó por 3 a 0 a Milan, con goles de Capioli, Totti y Balbo. Sin querer, Bianchi le había agregado una gota más al vaso, que rebasó y terminó con el trabajo del uruguayo al frente de la entidad de Silvio Berlusconi.
El futuro de Bianchi fue similar al de Tabárez, pues dejó su cargo antes de terminar el contrato. Así lo recordó el técnico de Boca: "Tuvimos que sufrir juntos en Italia. A Tabárez lo considero una persona de bien, que es mucho más importante que el concepto que pueda tener de él como entrenador. Reconozco que hay un respeto mutuo".
Ni Tabárez ni Bianchi habían formado su carrera futbolística con Boca y con Vélez, respectivamente, pero con el tiempo y con los títulos conseguidos se ganaron el reconocimiento de la gente, que hoy, pese a que dirigen clubes rivales, mantienen vivo el idilio.
El paso del tiempo hizo que uno ocupe el lugar del otro y mientras el fervor por Bianchi crece día tras día en las calles de La Boca, el ¡U-ru-gua-yo, U-ru-gua-yo!, seguramente, eclipsará el ingreso del Virrey en la Bombonera.
Y allí estarán mañana los dos, cargando con la satisfacción de haber sido los únicos entrenadores que sacaron campeón a Boca en los torneos locales en últimos 18 años. Tabárez, en el Apertura 92, y Bianchi en el Apertura 98 y en el Clausura 99.
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