El torneo Apertura. La fortuna jugó para Lanús
El equipo del Sur, sin lucir, le ganó a Platense por 1 a 0 y sigue segundo
Ahora que tanto se habla de los concursos telefónicos -con aparentes suculentos pozos-, podríamos decir que Lanús apostó y ganó.
De otro modo, sería muy dificil de explicar el triunfo por 1 a 0 que alcanzó frente al perseguido por la mala suerte: Platense.
Desde ya que el calificativo de mal partido no se puede obviar. Porque las imprecisiones y las equivocaciones por ambos lados fueron innumerables.
Sólo se pueden encontrar tres puntos para el merecimiento o el justificativo del éxito local. Más allá de que los cotejos no se ganan por méritos si no por los goles.
El primero, a favor de Lanús, fue su predisposición para ir a buscar el arco rival. Se equivocó, es cierto, con la reiteración de centros cruzados desde la derecha enviados por Pieters o Serrizuela, pero al menos le generó algunos sofocones al seguro Cancelarich.
El segundo, que favoreció al vencedor, fue la atadura férrea a un esquema táctico que evidenciaron los jugadores de Platense en procura de cuidar su propia valla, antes que pensar en la adversaria. Resultaron tan cautelosos que casi se olvidaron de atacar.
Y cuando lo hicieron, desesperados, en los últimos minutos, un par de situaciones quedaron para que las definiese un volante de contención, Mandrini, y no un delantero. Así fue que Elizaga se esforzó, pero sin mayores inconvenientes.
Y el tercer punto fue Hugo Morales. Un jugador no hace al equipo, se dice, pero sí puede marcar la diferencia. Y el volante de Lanús la marcó. No fue la gran figura de otras tardes, es cierto. Como tan cierto resultó que aparecieron sus chispazos y se despertaron los hinchas, que en más de una ocasión ya habían mostrado su descontento con intensas silbatinas como repudio al magro espectáculo.
Quizá, un jugador con las características de Morales le faltó al equipo de Vicente López para que generase alguna idea ofensiva.
Precisamente, Morales tuvo la fortuna de matar dos pájaros de un tiro. Desde el comienzo se le había notado que estaba empecinado en hacer un gol. Después, se supo que se lo había prometido a su esposa. Y el muchacho cumplió.Y le dio el éxito a Lanús, aunque con la ayuda extra de un tiro libre que se desvió al pegar en Lenguita y que descolocó a Cancelarich.
Así es la danza de la fortuna, que otra vez le fue esquiva a Platense; aunque con los pies sobre la tierra -sin juegos de azar de por medio-, los dirigidos por Carlos Picerni llevan tres derrotas consecutivas y en las dos ultimas recibieron goles en contra decisivos por envíos que se desviaron en sus propios defensores.