La intimidad de dos hermanos que desean el premio mayor en San Isidro

Muchas de las respuestas que se escuchan al conversar con Carlos Daniel y Juan Carlos Etchechoury (h.) tienen el mismo molde, aunque las charlas sean por separado. Son hermanos, se sabe, y tienen la escuela de papá Pochi, del que fueron asistentes por años antes de independizarse como entrenadores. A los dos se los va a ver hoy intentando observar solos el desarrollo del Gran Premio Carlos Pellegrini (G 1). Acaso Dany utilice los prismáticos para enfocarse en sus caballos “aunque creo que me van a temblar un poco las manos”, imagina. Presenta a cuatro, un tercio de los argentinos que estarán en las gateras. Carly llevará uno.

Mirando hacia atrás, por más que ir a San Isidro para la carrera más importante de América del Sur fuera ley familiar desde chicos, el recuerdo intenso más lejano los lleva al mismo día: 10 de diciembre de 1989. Ese día ganó Cacao, un potrillo que cuidaba el padre. “Yo todavía trabajaba con él. Me sentía firme en ese lugar. No me veía a corto plazo teniendo mis propios caballos. Al año siguiente, papá dijo que estaba listo para cuidar cuando Nacho Pavlovsky lo consultó”, evoca Dany. Aquella tarde, Carly se adjudicó el Félix de Álzaga Unzué, con Capo Máximo. “Festejamos todos. Diez años después, yo gané el Pellegrini con Asidero y mi viejo me ganó el Unzué a mí”, aporta. Casualidades o causalidades, según se quiera ver.

A 22 años de aquel recuerdo, esta tarde serán rivales, como sucede casi a diario. Pero nada se parece a este momento. Hablan de “presiones que se crea uno mismo”, de “los calores tan sostenidos que preocupan por los caballos” y del óptimo trabajo para llegar “sin excusas” a la carrera que Dany buscará ganar por tercera vez y Carly, por segunda oportunidad. Sí, hablan poco entre ellos de este clásico. “Con Javi (el hermano menor, que presenta a Calcolatore) trabajamos juntos y vamos comentando cosas. Carly es más reservado. Tengo que espiarlo. Sé que su potrillo anduvo bien en la pasada”, revela. La referencia es por The Great Day, que luego de ganar la Polla fue segundo en el Jockey Club a media cabeza de Village King, uno de esos cuatro ejemplares por los que Dany reservó gateras. Los otros son Don Inc, Global Big y Hat Valiente. Carly da un dato más íntimo, a pura risa: “El otro día nos cruzamos y me preguntó cómo andaba el caballo. Me hice como el que no sabía de qué me hablaba. Se ve que no se aguantaba más por saber algo”.

A horas del gran premio, no parece que haya algo que ocultar. “Alguna vez presenté tres y fueron segundo, tercero y cuarto. Más tenés, más chances hay, pero nadie te asegura nada”, relativiza Dany, y pone el foco en los suyos: “Todos mis patrones tienen con qué ilusionarse. Village King tuvo una campaña prolija, se fue superando y hace dos meses que se está preparando para este día. Cuando sos cuidador, tener dos meses por delante es como si fuera mañana. De Global Big sabíamos que era bueno, pero sorprendió que ganara tan bien al pasar de la milla a los 2400 metros. Antes era un caballo apurado. Para Don Inc será el tercer Pellegrini y esta vez fue la que más difícil se le hizo llegar, porque le faltó continuidad por una lesión; ahora está muy bien. Y Hat Valiente tiene buenos arrimes y es bien fondista. Un día va a pasar de largo”.

Carly también aguardó dos meses para volver a la cancha con The Great Day. “Fui planificando cada paso cómodo, tranquilo, con libertad total de la gente de Firmamento, y el potrillo siempre me ayudó. Tal vez el único interrogante sean los 2400 metros, pero es llegador y la corrida en 2200 fue buena. Ya después, guardó energías. Él no sabe qué carrera corre”, describe Carly, como si guardara un as en la manga.

Las últimas novedades

El GP Álzaga Unzué, con tres bajas importantes: El gran premio para velocistas perdió en las últimas horas a tres referentes, por diversas dolencias. Don Chullo, Legión de Honor y Humor Ácido no serán llevados hoy a San Isidro. El primero amaneció ayer “con una molestia en una mano”, confirmó Gustavo Calvente, su jinete. El segundo no mejoró de una dolencia en una rodilla, por lo que el entrenador Enrique Martín Ferro decidió no arriesgarlo. Y sobre el otro, uno de sus propietarios, Mariano Bassi, lamentó en Facebook que “por problemas de salud no lo llevaremos y le daremos un descanso”. La jornada comenzará a las 12.30.