Lange vuelve a hacerlo: Juegos Olímpicos al borde de los 60 años
Medalla de oro en Río 2016, el regatista confirmó que ya trabaja con la mente en Tokio 2020, sus séptimos Juegos en 32 años
Algún desprevenido pudo haber pensado que el 16 de agosto había sido el glorioso punto final en la carrera de Santiago Lange: oro olímpico en vela tras buscarlo por 28 años y todo un país entre conmovido y anonadado por su historia.
Eso: sólo un desprevenido podía creerlo, sólo imagina el retiro de Lange aquel que no lo conoce en profundidad. La vela es su vida y ganar medallas olímpicas, su sueño, y por eso es que estará en Tokio 2020, sus séptimos Juegos, en busca de una cuarta medalla tras el éxito de 2016 y los bronces de Atenas 2004 y Pekín 2008.
"Sí, ya se lo puede decir; voy a estar en Tokio 2020", dijo un sonriente y extenuado Lange en la noche del lunes durante la fiesta de fin de año del Comité Olímpico Argentino (COA). El regatista rió abiertamente cuando se le dijo que la decisión era previsible. Al fin y al cabo, aún mojado por el agua de la Bahía de Guanabara y con el oro de Río 2016 colgando de cuello, ya había dicho que por qué no volver a intentarlo en Tokio.
¿Por qué no? Bueno, habría suficientes razones para ese "no". La principal, que cuando esté compitiendo en la Bahía de Tokio, a Lange sólo le faltarán un puñado de semanas para cumplir 59 años, estará a 12 meses de los 60, palabras mayores para cualquier deportista.
A Lange le da igual, ríe, está convencido de que dentro de tres años y siete meses su principal arma seguirá intacta, o incluso habrá mejorado. Porque el gran arma de Lange no está en su experiencia, tampoco en su fuerza o habilidad: el secreto es su mente metódica y su carácter obsesivo, su carta ganadora es funcionar, antes durante y después de subirse al barco, como lo que es por sobre todas las cosas, un ingeniero naval.
La clase será la misma, Nacra, aunque con algunas modificaciones técnicas (ver recuadro). Queda tiempo para la cita japonesa y mucho puede cambiar, pero la intención de Lange es competir junto a Cecilia Carranza, la compañera con la que ganó en agosto la primera prueba mixta en la historia de la vela olímpica.
Mientras ese momento llega, Lange sigue emocionándose al recordar su carrera. Compartió la celebración del COA con Paula Pareto y la selección masculina de hockey -los tres oros cariocas, sólo faltó Juan Martín del Potro, dueño de una plata hace cuatro meses- y contó por enésima vez, pero con la misma vibración, lo que fue su lucha por ser campeón. Todo podría haber sido muy diferente, porque él mismo admitió que estuvo a un paso de representar a España en Atlanta 96. A esta altura, pura prehistoria para Lange, el eterno olímpico.
"FOILEAR", ventaja para Lange
Santiago Lange competirá otra vez en Nacra 17, pero con modificaciones técnicas La clase mixta de los Juegos volverá a ser la plataforma para que Lange busque una cuarta medalla olímpica, aunque la Nacra de Tokio no será la Nacra de Río. El secreto está en un término cada vez más utilizado en la jerga náutica, "foilear". ¿Qué es eso? Es casi una embarcación voladora, que se eleva y planea. Al no arrastrarse en contacto pleno con el agua, es mucho más rápida. Es la tecnología más moderna y Lange volverá a buscar que sea su aliada, su carta ganadora: estudiará cada detalle con meticulosidad para que nadie sepa mejor que él cómo aprovechar cada detalle, cada resquicio técnico y reglamentario.
Aquel emotivo festejo de Lange con sus hijos en Río 2016
El himno argentino en la Bahía de Guanabara, tras una consagración inolvidable
Más leídas de Deportes
"Buscaba cosas malas". La figura de Brasil que provocaba a la selección argentina tocó fondo y encontró una solución
Indiscutible. Ángel Di María, el sexto nombre en el Olimpo histórico de la selección argentina
Del desprestigio al asombro. El caballo que viajó 10.000 km, saltaba charcos en una pista precaria y correrá por 7 millones de dólares