Las perlas de Palermo
El mejor torneo del mundo dejó un variado material de análisis: desde la sólida racha de La Dolfina, hasta los goles, los debutantes y la repetida sensación de los buenos cotejos de la cancha 2
LA NACION
Todavía retumban los últimos sonidos de Palermo 2009. Los ecos de un torneo y de una final que tuvieron variados atractivos. Con el eje en La Dolfina, como un campeón que se ganó más espacio en el Olimpo de este deporte, detrás aparecen otros hechos destacados en el 116º Campeonato Argentino Abierto Movistar.
- La consagración. Adolfo Cambiaso y compañía suman éxitos y ganan terreno entre los equipos que hacen historia en el polo. Con sus cuatro títulos en cinco años, el vencedor de Palermo logró una marca que pocos cuartetos consiguieron. El último había sido Indios Chapaleufú, que se impuso de 1991 a 1993 y recuperó el cetro en 1995. Más atrás en el tiempo, La Espadaña (1987 a 1990), el multicampeón Coronel Suárez y Venado Tuerto (1946 a 1950) aparecen como equipos de buena cosecha en pocos años.
- Sin lugar en la vitrina. La imagen fue hasta graciosa, similar a la de una comedia de Hollywood: Adolfo Cambiaso subiendo y bajando del podio buscando sus premios personales. Por Dolfina Cuartetera ganó los dos más destacados al mejor caballo y, además, fue el mejor montado de la final y del torneo. Para corroborar una de sus frases preferidas: "Me gustan más los caballos que el polo". Además, fue el goleador de la competencia con 47 tantos y superó los 600 goles: llegó a 617. Para ratificar su número 1 mundial.
- Los goles. Entre ambas zonas hubo una diferencia en el promedio de gol. En el Grupo A, se convirtieron 30,16 por cotejo y en el Grupo B, 26,83. Los dos partidos de más goles en el campeonato fueron el primero y el último. El torneo comenzó con los 35 goles de Ellerstina 20 vs. Alegría 15, y el siguiente cotejo con mayor cantidad de anotaciones fue el 17-16 de La Dolfina ante Ellerstina, en chukker suplementario.
- La vigencia. El golpe del torneo fue indudablemente la victoria de Indios Chapaleufú II por 14-13 frente a Ellerstina, en el duelo entre el equipo más veterano y el más joven de la competencia. Después de la final, ése será el partido más recordado de este torneo. El equipo de los tres Heguy demostró su vigencia.
- Los handicaps. Es correlativo: termina Palermo y todo el mundo comienza a hablar de los próximos cambios de handicaps. La duda en esta temporada es si se mantendrán los dos equipos de valorización perfecta. Será la primera modificación con Luis Lalor como presidente de la AAP y la presunción es que si el año último no tocaron a La Dolfina, pese a perder la final, esta vez sucederá lo mismo. Entonces, ¿se mantendrán los dos equipos de 40 goles? Otros candidatos a subir. David Stirling (Chapaleufú II), Hilario Ulloa (Chapa Uno), Frederick Mannix (Alegría) y Alejandro Novillo Astrada (El Paraíso).
- La invitación de la cancha 2. Como sucede en los últimos años, los partidos preliminares son más atractivos en calidad de juego que los del escenario principal. Esta vez, los dos equipos menores que completaron el octeto participante se lucieron: pese a perder los tres partidos, Alegría convirtió 43 goles, seguramente la mayor cantidad en la competencia de parte de un cuarteto surgido de la clasificación. El Paraíso, por su parte, le ganó a un devaluado Chapa Uno por 13-12 en la última fecha del Grupo B.
- Los debutantes. David Stirling jugó su primer torneo y cumplió con creces. Otro debutante fue el brasileño Rodrigo Ribeiro de Andrade, pero sólo participó en un cotejo porque luego fue suspendido por una sanción de la Copa de Plata de Ellerstina. También jugaron su primer partido dos Pieres: Nicolás y su primo Pablo, en Chapa Uno. Lo contrario fue el regreso de Alejandro Díaz Alberdi, que jugó en Chapa Uno frente a La Dolfina, en una muy buena tarea a sus 46 años.
- El recuerdo. Un buen gesto de la Asociación Argentina de Polo: el reconocimiento para viejas glorias. Hubo distinciones para Juan Carlos Harriott (h.), Luis Lalor y Andino Grahn.
Perlas que quedaron de Palermo 2009. Otro torneo que, por diversos motivos, quedará guardado en la memoria colectiva de este deporte.
Grandes homenajes
En la entrega de premios final, la AAP reconoció a viejas glorias de este deporte, como el enorme Juan Carlos Harriott (h.), premiado por Luis Lalor
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