El 70° Campeonato Argentino de Profesionales. Los enigmas de un escenario distinto
Con sus múltiples ondulaciones y un espejo de agua de siete hectáreas, el campo del Pilar Golf Club presentará desde mañana todo un desafío para los jugadores locales
Veintisiete hoyos combinados en tres recorridos, espejos de agua, interminables ondulaciones en el terreno, pocos árboles y la novedad de un par 6 único en la Argentina. Un escenario distinto abrirá sus puertas por primera vez para un torneo grande de golf en nuestro país.
En 2000 figuró en una terna para convertirse en la sede de la Copa del Mundo EMC2, pero quedó postergado; desde mañana, el campo par 72 del Pilar Golf Club, de 7276 yardas, será el teatro del 70° Campeonato Argentino de Profesionales Repsol YPF, que reunirá a los mejores jugadores locales.
"Se eligió esta cancha para el torneo porque es competitiva. Ofrece todas las variedades, tiene un nivel mundial y es un premio para su dueño, Pedro Vara, que es un apasionado del golf e invirtió muchísimo tiempo, dinero y trabajo en este campo", señaló Jorge De Luca, presidente de la PGA Argentina.
La historia comenzó en 1988, cuando Vara pasó por el predio y descubrió un lugar propicio para hacer una cancha de golf. Hubo ocho meses de negociaciones y la decisión final de adquirir las 180 hectáreas, que habían sido campos de pastoreo de vacas de la Corporación Argentina de Productores de Carne.
La cancha, con 120 héctareas y cuyo diseño americano quedó en manos de la gente de The Ronald Fream Golf Plan Design, se sometió por aquel entonces a un movimiento de 800.000 metros cúbicos de tierra. "Era un terreno muy quebrado, pero quisimos agregarle muchas montañas artificiales para crear una cancha de campeonato y no una que fuese municipal o de country", explicó Vara.
El otro objetivo fue darle riego y buen drenaje; en la actualidad, todos los hoyos tienen riego por aspersión automatizado, que permite jugar en buenas condiciones aún en los días lluviosos.
Los 27 hoyos, a disposición de los 150 socios del Pilar Golf Club desde diciembre de 2000, se distribuyen en tres canchas de 9: la Azul, la Colorada -será el recorrido de ida del torneo- y la Blanca -la vuelta-.
El campo, que es uno de los más largos de la Argentina, presenta un circuito de lagunas concatenadas, con un espejo de agua de 7 hectáreas. La particularidad es la existencia de un auténtico par 6, de 666 yardas, que fue reducido a un par 5 de 626 para el certamen.
Hay una estudiada forestación, con escasa abundancia de árboles; en realidad, la dificultad surge con las lagunas, ya que once hoyos están defendidos con agua, al margen de los fuera de límite. Sin duda, la estrella es el hoyo 15, un par 4 de 412 yardas que es el más fotografiado y lindo del escenario.
"No se puede sacar una fotocopia de una cancha. Sin embargo, se tomó el modelo del campo de Cypress Point, que queda a 17 millas de San Francisco. Y si bien se pueden armar diseños artificiales, hay que adaptarse a las características que ofrece la naturaleza", comentó Vara.
El paisaje lo completan el imponente Club House, inaugurado en septiembre de 2000, y los 70 carritos de golf disponibles para hacer más leve el extenso recorrido.
Desde hoy, con la realización del Pro-Am, los profesionales explorarán los múltiples atractivos de un campo sin experiencia en torneos grandes.
Las claves de Sebastián Fernández
¿Cómo se descifran los enigmas de esta cancha? Cada golfista cuenta con su propio libreto, pero el que toma la palabra es Sebastián Fernández, que defenderá el título del 70° Campeonato Argentino de Profesionales, tras su victoria el año último en el Hindú Club:
- "Es una cancha larga y abierta, pero muy exigente. Se asemeja a la de El Doral y a la del PGA National, en Miami".
- "El objetivo es pegar lo más recto posible en las salidas; hay fuera de límites a la derecha de muchos hoyos".
- "Los fairways no son tan ondulados, pero los greens presentan varias plataformas.
Será clave acertar en la plataforma en la que está el hoyo para hacer la diferencia".
- "Uno de los hoyos más particulares es el 9, el larguísimo par 5 de 626 yardas. La forma más segura de jugarlo es tirar con un hierro en la salida, hasta antes de la primera laguna. En el segundo tiro hay que sobrepasar la segunda laguna y sólo resta un golpe de 100 yardas hasta el green".
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