Los Jaguares, virtudes y enseñanzas
Entre Jaguares, Nacional de Clubes, ahora Pumas y Top 14, estamos atravesando un momento casi único de rugby en la Argentina. No fue bueno el arranque de la franquicia argentina en el Super Rugby, pero vale rescatar que han hecho un esfuerzo enorme. Claramente les costó adaptarse. No es malo que ocurra este tipo de adversidad en tanto se reconozcan los errores, se capitalicen como algo por mejorar y se hagan las correcciones necesarias para adecuarse a una competencia distinta. Los malos resultados pueden tener que ver con un ritmo de juego al que nuestros jugadores no están acostumbrados, pero también con el nivel de continuidad y contacto que existe en mucha mayor medida que lo que podríamos denominar el rugby tradicional. También se requiere de un estado físico y de destrezas superlativos.
El Super Rugby es de un nivel hiperprofesional en todo sentido (no sólo el económico) y con características distintas a un test match, lo que termina conformando un combo que deriva en la liga más competitiva del mundo. Por un lado, es entendible que los Jaguares deban pagar derecho de piso por su inexperiencia. Pero por el otro, no deberían mostrarse tan unidimensionales. Desarrollar y utilizar otras herramientas y recursos para plantear los partidos de forma más táctica les permitiría no ser tan previsibles. Hasta los equipos de Nueva Zelanda y Australia han comenzado a realizarlo: variar utilizando convenientemente el juego con el pie de manera más habitual y positiva, aprovechar la posibilidad de utilizar las formaciones agrupadas, explotar distintos canales de ataque y penetración, etc.
Otro punto fundamental por evolucionar, pronta y profundamente, es la disciplina. Se manifiesta claramente que un equipo indisciplinado, ya fuera que cometa penales o le saquen tarjetas, en general termina perjudicado. Y este es un factor que depende exclusivamente del propio equipo y no del rival de turno.
Todo esto debería constituirse en un aprendizaje inmediato, porque puede traer consecuencias para el seleccionado argentino, que se apresta a jugar la ventana de junio: un test con Italia y dos con Francia. El 95% del plantel proviene de los Jaguares. Una situación que podría ser muy buena en otras circunstancias, en este caso tal vez no lo sea. Como bien sabemos, este deporte depende en gran medida del aspecto mental y el evidente desafío será revertir el desánimo y tristeza, en perseverancia y entusiasmo.
La "fuente de alimentación" que tienen ahora los Pumas proviene de un único y mismo equipo lo que significa que en cierta forma, ha perdido la diversidad. La Argentina no tiene la posibilidad de elegir jugadores de cinco o seis equipos como Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica y en ese sentido, queda muy restringida. Ese será un proceso que llevará tiempo hasta que se dé la situación ideal de alimentarse de más franquicias para conformar el seleccionado. Por ello, mientras haya un solo equipo debería plantearse un período de transición y ser más abiertos a la hora de convocar jugadores para los Pumas. En el Argentino de Uniones o el Nacional de Clubes se vieron jugadores de altísimo nivel. Son amateurs, pero puestos dentro de un régimen de preparación podrían ser perfectamente incluidos en el seleccionado. Simultáneamente, salvo que haya sido un condicionamiento de la Sanzar, se podría considerar, bajo ciertas condiciones, jugadores que están actuando en el exterior. En fin, para pensar, analizar y replantear.
Finalmente, no quiero dejar de destacar el nivel que mostró el reciente Nacional de Clubes, donde volvieron a tener predominancia los equipos de la URBA, la unión más grande del país. Esto no sería posible sin el compromiso, el sentido de pertenencia e identidad que tienen nuestros jugadores para con sus clubes y su unión, algo que se viene gestando hace algunos años y que comienza con un proceso de Centros de Formación y Rugby para jugadores de M16. Hindú ratificó ser un equipo de gran nivel, pero que también logra desarrollar en el campo una inteligencia sobresaliente en la toma de decisiones. Seguramente se constituya en uno de los equipos dominantes en el Top 14 que comienza mañana, que igualmente promete ser muy parejo.
(*) Ex coach de los Pumas, en el bronce del Mundial 2007
Marcelo Lofreda
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