MARIANI
"Fernando Miele no dio la cara"
No puede mitigar el dolor. No encuentra razones, menos argumentos, para un final inesperado, cargado de incógnitas. Roberto Mariani, 56 años, exitoso técnico de las inferiores de San Lorenzo, será pasado mañana un desocupado más. "Como tantos, jamás lo imaginé", dice resignado, sentado en su sillón favorito de su casa de Villa Devoto. Rodeado de recuerdos, cuadros y videos. De pelotas y botines, claro. De colores azulgranas.
"Me sorprendió la forma en que sucedió todo. Uno esperaba que te comunicaran la decisión con la antelación suficiente, porque los dirigentes están en todo su derecho de cambiar el proyecto. Pero siempre se dijo que esto daba frutos, que aparecieron chicos después de 20 años. Quería que alguien me dijera "Mariani, su proyecto no nos sirve más", eso era todo. Pero son las reglas de juego, uno ya está curtido", comenta, con la mirada perdida, dibujando una sonrisa que no logra cicatrizar la herida.
Busca responsables. Los encuentra, pero prefiere no expresar su pesar. Recuerda su afecto al presidente Miele; su admiración al técnico Ruggeri. Su corazón lo delata.
"Siempre fui un incondicional a Miele. Necesitaba su palabra, ya que lo respeto mucho. Esperaba su voz, más allá del dolor lógico de la despedida. Eso era lo que yo necesitaba; pero me lo comunicaron otros dirigentes (Carrasco y Gregorio). Por eso digo que Fernando Miele no dio la cara; eso era lo único que precisaba...
¿Y Ruggeri? "Tal vez, quiso rodearse de gente de su confianza. Siempre tuve buena relación con él y tampoco me dijo que quería un cambio, al contrario. Me hubiera gustado que me lo comunicara. Siempre charlamos de los chicos y jamás me dijo nada. Se habla de una etapa de transición, qué puedo decir...". Se ríe. "Son las reglas de juego", repite, en busca de respuestas sin sentido.
Asegura que no guarda rencores. Que no debe permitir que la desazón lo invada. Pero sus palabras lo vulneran. "Me queda una angustia, un dolor porque yo merecía otro tipo de consideración. No digo para quedarme eternamente, pero los logros existen, los chicos están a la vista. Ahora San Lorenzo sí tiene un semillero, espero que no se caiga". Recuerda a varios juveniles que pasaron por sus manos. Tuzzio, Montenegro, Estévez, Saric, Franco y Figueroa, entre otros.
"Los reconocimientos en el fútbol, sobre todo en los juveniles, no existen. Lo único que vale es el cariño de los chicos, que te llaman, te apoyan. La gente de San Lorenzo venía a la cancha para verlos a ellos, lo que antes no sucedía", cuenta.
Se entusiasma con el futuro. Habla de Vélez y de Pekerman. "La selección sería un sueño", admite. Juega con el cuadro que lo ve abrazado a Miele. Bromea. "¡Cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer!". Claro, si apenas transcurrieron cuatro años...
"No conozco quiénes son los que vienen"
Roberto Mariani asegura que no conoce al cuerpo técnico que lo reemplazará. Pero deja una frase de Cousillas (será el entrenador de la reserva) y de Doria (técnico de las inferiores). "A Cousillas lo conocí como arquero, su trayectoria como técnico no la seguí, porque no sabía que hubiera trabajado en inferiores, solo con Chiche Sosa. De Doria sé que jugó en San Lorenzo, que regentaba una escuela de fútbol y representatividad de jugadores en Comodoro Rivadavia con el padre de Sixto Peralta. Pero no conozco a ninguno, no sé quiénes son..."
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