Mazzacane se dio el gusto
SAN PABLO (De un enviado especial).- Muy tranquilo, como si nada hubiese ocurrido, Gastón Mazzacane abrió la heladera del box de Minardi y sacó una botella de agua mineral. Se acomodó la gorra y respiró hondo, como si se hubiera sacado un gran peso de encima. El piloto argentino, en su segunda carrera en la Fórmula 1, en el GP de Brasil, llegó por primera vez a la bandera a cuadros, en el décimo lugar, el último entre los que quedaron sobre la pista, tras la desclasificación de David Coulthard.
El trabajo del piloto platense fue positivo, y, además, completó una competencia, lo que tiene un significado muy especial. Más para Mazzacane, que apenas comienza su campaña en la máxima categoría y cuenta con el segundo auto del último equipo de la Fórmula 1.
De todas formas, el ritmo impuesto por el piloto de Minardi fue lento. No sólo con los rivales de los demás equipos, sino con el propio compañero, el español Marc Gené, que se mostró más veloz hasta que el catalán abandonó con 31 giros cumplidos. Según Giancarlo Minardi, el motor de Gené se rompió "porque una protección descartable de un casco se metió en el radiador".
El trabajo del argentino fue bueno porque revirtió la mala jornada vivida el sábado, cuando sufrió dos despistes que pudieron ser clave para él en este Gran Premio. El primero lo privó de sumar vueltas en los entrenamientos matinales; en el restante, producto de su propia ansiedad, según el mismo piloto, estaba en juego la clasificación para la carrera, nada menos.
Otro aspecto por tener en cuenta: la competencia de Brasil es una de las más duras de la temporada. Si bien el ritmo fue lento, Mazzacane aguantó el difícil dibujo paulista. "Cuando me bajé se me acalambró el brazo derecho. Pero de todas maneras estaba en condiciones de seguir", comentó.
Se mostró conforme con su desempeño: "Estoy satisfecho. Disfruto todo esto, correr, poder llegar. Por supuesto que me habría gustado andar más rápido. En la entrada a la recta principal yo cambiaba la trayectoria porque el auto golpeaba mucho contra el piso, por las ondulaciones del asfalto, y buscaba los lugares más parejos. Reboté durante toda la carrera y los dientes no paraban de golpearse".
Mazzacane sufrió la rotura en el panel del volante y no conocía el ritmo de vuelta. "Además, los carteles de los boxes yo no los veía, porque los auxiliares estaban colocados en un lugar muy alto. No sabía cuál era mi tiempo real. Con respecto a los punteros que me sacaron vueltas, las banderas azules me las mostraron, a veces, de forma muy temprana, y tuve que reducir mucho la velocidad."
Mientras recibía las felicitaciones de los integrantes de Minardi, Mazzacane señaló: "Muchas veces me salía del radio ideal. Eso es lo que me preocupa, ya que son errores propios". El argentino llegó anoche a Buenos Aires junto con su representante, Eduardo Ramírez, y Giancarlo Minardi, y mantendrán varias reuniones en la Capital o en La Plata por cuestiones de presupuesto.
Mazzacane completó su primer GP en la Fórmula 1. Con muchos errores durante los días previos, en la carrera aguantó la presión de correr y llegar. No es poco.
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