Messi iluminó un gran triunfo hasta el apagón final del penal

No lo podía creer, justo él, que está acostumbrado a hacer jugadas y goles increíbles. Lionel Messi, tirado boca abajo en el área del Etihad Stadium, hundía la cabeza sobre el césped, imagen que cerró el partido, pero que de ninguna manera fue una síntesis descriptiva de lo ocurrido en los 90 minutos anteriores. Messi había contribuido con una gran actuación para que Barcelona tuviera más que encarrilada la eliminatoria con un 2-1 en la ida por los octavos de final de la Liga de Campeones. En su zurda tuvo la posibilidad de dejarla sentenciada, de cara al desquite del 18 de marzo en el Camp Nou.

Dominador de las principales artes futbolísticas, a Messi se le viene negando últimamente la de la ejecución de penales. Con el de ayer falló cuatro de los últimos siete. Son rachas en las que caen casi todos, sin distinción entre cracks y jugadores normales. Maradona llegó a desperdiciar cinco penales consecutivos en su regreso al fútbol argentino.

El de ayer fue doblemente lamentable para Messi porque el rechace de Hart le dejó la pelota picando frente al arco; el gol era cuestión de un simple cabezazo al medio porque el arquero estaba fuera de acción, pero Messi quiso ubicar la pelota junto a un palo y se le fue desviada. A veces la búsqueda de la perfección es enemiga de la eficacia. Hace poco más de un mes, Oblak (arquero de Atlético de Madrid) le contuvo el penal, pero pudo aprovechar el rebote.

Luis Enrique, que no suele elogiar a Messi muy por encima del resto de los jugadores por la fría y distante relación que mantienen desde la derrota en Anoeta, salió a respaldarlo: "Los penales los fallan quienes se animan a patearlos. Sin ninguna duda, nuestro lanzador es Messi". El director técnico de Barcelona está cada vez más desconfiado y refractario a las consultas de la prensa. Ni siquiera apela a la diplomacia: "¿Cómo estaba Messi en el vestuario? Las cosas de adentro no interesan afuera, y menos a ustedes (por los periodistas)".

Lo cierto fue que Barcelona pudo resolver la serie no sólo por el penal desperdiciado de Messi, sino por la amplia superioridad que ejerció en el primer tiempo. Fueron dos goles de Luis Suárez en jugadas que tuvieron a Messi en su origen, pero la la diferencia pudo ser mayor. Barcelona alineó al once de las citas importantes, con Rakitic, Busquets e Iniesta en la línea media, sector en el que el técnico suele introducir más variantes.

Si había alguna duda sobre cómo iba a responder Barcelona a la sorpresiva derrota ante Málaga, la respuesta no tardó en llegar: su dominio en el primer tiempo fue abrumador, recordó a las mejores épocas de Guardiola. Tuvo la iniciativa y el pleno control ante un rival con estupendas individualidades, pero que no volvía a estar a la altura de una gran cita. El millonario proyecto de Manchester City ya está instalado en Inglaterra (ganó dos de las últimas tres Premier League), pero todavía le queda lejos la aristocracia europea. Va en camino de que se repita lo del año pasado: eliminación ante Barcelona en los octavos de final.

Pablo Zabaleta y Martín Demichelis (Luis Suárez lo anticipó en el segundo gol) sufrieron con la circulación de la pelota que impuso el Barça. Manchester City salió un poco del asedio en el segundo tiempo. Bastante bien se las arregló Sergio Agüero con lo poco que generaba su equipo. Manuel Pellegrini (en 15 partidos contra Barcelona tiene dos empates y 13 derrotas) considera fundamental al Kun, que descontó con una gran definición al llegar antes que el cierre de dos rivales. Fue su sexto gol en esta Champions. No alcanzó para que Manchester City acentuara la recuperación. Sólo pudo agradecer que Messi no pusiera una diferencia insalvable para la revancha.

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los penales que falló Messi de los 59 que ejecutó en su carrera en Barcelona. Con el seleccionado argentino convirtió 10 de 12 (le atajaron en dos amistosos: ante Alemania y Brasil).