Mil Millas: un desafío al majestuoso paisaje sureño
Bariloche vibró, en un día cálido y a pleno sol, con la segunda etapa de la tradicional prueba de autos clásicos; la pareja argentina Fernando Sánchez Zinny y Héctor del Buono marchan al frente con su Alfa Romeo 1750 GS de 1930; el piloto suizo Clay Regazzoni abandonó
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El abandono del legendario piloto suizo Clay Regazzoni y la marcha firme de dos parejas argentinas en los primeros lugares son las notas salientes de la marcha de la competencia de regularidad de autos sport clásicos Mil Millas que encabezan Sánchez Zinny-Del Buono, seguidos por Sorkin-Sorkin.
Como desde el arranque, el clima radiante y el calor siguieron acompañando la carrera, que ayer partió de Valdivia, Chile, para regresar a última hora a Bariloche y dejar descansando las reliquias rodantes en el parque cerrado del hotel Llao Llao.
En el debut de las Mil Millas por los caminos de Valdivia, el italiano Luciano Viaro, ganador de la carrera en 1999, seguía a los argentinos en el tercer puesto. Y por eso se encargó de elevar la temperatura en la conferencia de prensa del Fuerte de Niebla: "Vine a ganar, pero el nivel de dificultad de los primes enganchados hizo caer mi promedio. Si soy vencido por un piloto argentino, sabré aceptar que han aprendido mucho en este tipo de competencias", expresó.
Valdivia, que ya se vistió de fiesta para celebrar los 450 años que cumple en 2002, les dio a las Mil Millas un marco espectacular. El intendente Bernardo Berger destacó el fuerte compromiso de la ciudad con los organizadores y luego se convirtió en un fanático más de estas joyas de la mecánica, ya que no se perdió detalle de la competencia.
Todos coincidieron en algo: nadie pudo abstraerse del rigor del trazado. El argentino Fernando Caparrós, quien conduce un Jaguar de 1954 y también se ubica entre los punteros, dijo en Valdivia que "el clima fue hermoso, pero la carrera definitivamente es muy dura, pese a que las condiciones de los caminos no era mala. Sólo fue larga y por eso llegamos agotados".
Como siempre, el paisaje y su majestuosidad acompañan cada tramo de la exigencia. Así, después de dejar atrás el aeródromo Las Marías, en Panguipulli, y el hotel Termas de Puyehue, las máquinas dejaron atrás el suelo chileno, cruzaron la Cordillera y comenzaron a desandar el retorno al hotel Llao Llao. Antes, cada uno buscó su mejor ubicación en el paso por Villa La Angostura, en Neuquén. Y fue suficiente para entusiasmar a los lugareños.
Los tramos más exigentes fueron los de ripio de Villa Traful a Villa La Angostura y el camino alternativo de La Unión hasta Valdivia, que llevaron a los pilotos a cometer márgenes de error superiores a la media que habitualmente realizan los especialistas de la regularidad.
Uno de los principales protagonistas de la prueba hasta ahora, Sánchez Zinny, fue uno de los más críticos al respecto: "Se planteó una carrera extremadamente difícil. En lo personal, los primes cortos no me gustan y el ripio ha sido exagerado para autos de tanto valor histórico como el que estoy utilizando", declaró.
Más allá de las complicaciones, no hubo tantas deserciones y los percances fueron menores. Siguen en carrera y con un buen rendimiento, el platense Gastón Mazzacane, en un Chevrolet Corvette del 64; el empresario Gregorio Perez Companc, con un Ford Cobra del 66, y su hijo Jorge Luis, quien conduce un auto similar, pero lleva de copiloto nada menos que al múltiple campeón de rally Gabriel Raies.
Sánchez Zinny-Del Buono marchan al frente
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La pareja argentina compuesta por Fernando Sánchez Zinny y Héctor Del Buono, con un Alfa Romeo 1750 GS de 1930, quedaron al frente de la competencia de regularidad tras cumplirse ayer la segunda etapa. César Sorkin y Juan Pablo Sorkin, con un Alfa Romeo 2500 SS de 1950 marchan segundos y el tercer lugar le correspondió a Calilo Sielecki, con una Bugatti Brescia.
La prueba de regularidad, de la cual toman parte vehículos fabricados entre 1923 y 1977, está dividida en tres etapas y una de las principales novedades para este año es que 683 km de los 1600 que componen la competencia se desarrollan en territorio chileno. Hoy, tras un ida y vuelta al Llao Llao por las rutas 237 y 40, la carrera finalizará en San Martín de los Andes.
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