Noche de gala para el deporte en Mónaco

MONTECARLO.- Otro mundo. Tan diferente y tan cautivante. Lujo, fantasía y charme; una atmósfera diferente se combinan mágicamente y convierte al principado de Mónaco en un sitio único en el planeta. Pues por aquí, realmente, todo es un cuento de príncipes. Desde la tranquilidad de las calles y los lujosos veleros anclados en la bahía, hasta la gente siempre vestida para la ocasión, paseando, además, en los automóviles más inverosímiles.

Así es el dominio de la familia Grimaldi, ombligo del jet-set y meca de la moda. Así, tan distinto y tan apasionante como la noche especial que hoy vivirá durante la cuarta entrega de los premios Laureus, una fundación de beneficencia que aglutina a 41 glorias del deporte, una academia nacida hace cuatro años, presidida por el ex atleta norteamericano Edwin Moses (doble campeón olímpico en 400 metros con vallas) y que tiene entre sus filas como único argentino al ex apertura de los Pumas, embajador y secretario de Deportes Hugo Porta.

La iniciativa surgió a partir de las firmas Mercedes-Benz y Richemont, que fueron convocando a diversas leyendas deportivas, ya retiradas, que hayan cautivado por su imagen, con el fin de que estos destacados hombres y mujeres dedicaran horas de sus vidas para colaborar con los que menos tienen.

Bajo este concepto y detrás de la fiesta que se realizará hoy en el moderno Grimaldi Forum, a orillas del mar Mediterráneo, con las glorias que premiarán a las figuras más destacadas del año último -entre ellas está nominado David Nalbandian-, hay 20 proyectos benéficos que son llevados a cabo en todo el mundo. Entre ellos, el del barrio La Favorita, en Ciudad Oeste, de Mendoza, que tiene como padrino a Porta y que contó con la visita de Moses, el ex futbolista Bobby Charlton y el ex bicampeón de F.1 Emerson Fittipaldi, que es responsable de un programa similar en Brasil y en Uruguay.

El emprendimiento argentino nació hace siete años por intermedio de Juan Pablo Di Benedetto, Hugo Stabio y Pablo de Cara. Con el fútbol como excusa, ellos ayudan a 500 chicos sin recursos a que encuentren el camino para reinsertarse en la sociedad. Laureus supo del proyecto y hoy La Favorita tiene su predio cerrado, desarrollan actividades educativas y sociales y producen sus alimentos.

Para mantener en pie todos los proyectos, Laureus recibe una donación de millón de dólares por año por parte de las dos firmas citadas anteriormente, dinero que es manejado por un banco. El apoyo, en cada caso, tiene un período mínimo de tres años y los beneficiados no pueden recibir más de US$ 100.000 cada doce meses. Además de América del Sur, Laureus trabaja en China, Uganda, Marruecos, la India, Medio Oriente, Australia, Africa y los Estados Unidos.

Y el gran broche de cada temporada es la fiesta en Montecarlo, que bien podría compararse con la entrega de los Oscar. Siete categorías y 35 nominados en una reunión de gala que será transmitida a gran parte del planeta, con una audiencia estimada de 300 millones de personas. Vale recordar al ex presidente Nelson Mandela, en la ceremonia del año último, con el "deporte tiene el poder para cambiar el mundo". Ese es el loable intento que, con Moses a la cabeza, lleva a cabo Laureus. Para colaborar con un mundo que no necesita guerras y miserias sino paz y alegrías.

Laureus

El nombre de la academia significa laurel (en latín) y fue elegido por ser el símbolo eterno de la victoria. Tras una consulta con 400 periodistas de 70 países, los miembros de esta organización se reúnen para elegir a los ganadores de cada temporada, esta vez comprendida entre el 1º de febrero de 2002 y el 28 de febrero de 2003. Los ganadores recibirán una estatuilla de plata con oro en la base, diseñada por Cartier, de 30 centímetros de alto y un peso de 2,5 kilogramos. Estos son los integrantes de la academia y los nominados para la reunión de esta noche.