Cuál es el deseo de Nicolás Pieres para el Abierto de Palermo
Levantó a su equipo cuando parecía que el rival se alejaba en el marcador. Vio la amarilla cuando jugaban con uno más y tenían el partido para liquidarlo y dejó a su equipo con tres jugadores durante dos minutos. Volvió arriba de su yegua preferida y en una gran corrida definió la final. Nicolás Pieres fue el protagonista excluyente de Ellerstina en la victoria 12-11 ante La Dolfina que le valió el tricampeonato en Hurlingham. La misión, ahora, es trasladar ese ímpetu al Argentino Abierto, la gran obsesión de Ellerstina: Palermo se les viene negando desde 2012.
"No sé si tiene explicación, se nos viene dando seguido", dijo Nicolás en referencia a la racha positiva en Hurlingham. "Estamos contentos con el resultado, pero nos gustaría ratificarlo en Palermo. Es adonde le apuntamos. Tenemos que estar concentrados. Ojalá que cambien el orden del torneo y Palermo sea el segundo [risas]."
Su primo Polito Pieres fue clave al anotar cuatro goles en la remontada de Ellerstina. Pero Nicolás, el menor de los tres hermanos (27 años), mereció el MVP por su actuación de principio a fin. En el último chukker, cuando La Dolfina se acercó a uno (11-10), definió el partido arriba de Guillermina, su yegua favorita. Un golazo que rememoró al que hizo Gonzalito dos año atrás para alcanzar el título en el mismo arco. Guillermina se llevó las mantas de la Asociación Argentina de Polo y de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo al mejor caballo de la final.
"El MVP es un premio extra. Eso viene de arriba. Lo importante era ganar y tratar de jugar bien", dijo Nico, tras recibir el trofeo Javier Novillo Astrada. "Más que nada me pone contento el premio por los caballos. Por la organización, que se vienen haciendo las cosas bien, hay gente divertida y buena."
–Fue un partido raro, con muchas incidencias…
–Fue un partido raro. Ellos arrancaron bastante bien, nos sacaron ventaja, pero después nos recuperamos, los pasamos y por suerte quedó para nuestro lado. Debe haber sido un partido lindo para ver, pero raro para jugar.
–¿Qué hablaron al halftime cuando perdían 7-4?
–Sabíamos que teníamos que mejorar, que contra La Dolfina teníamos que jugar el partido casi perfecto. Habíamos arrancado jugando bastante mal. En el halftime nos pusimos a charlar y dijimos que nos teníamos que poner las pilas porque si no vamos a perder esta oportunidad. Era una final de Hurlingham, así que había que aprovecharla y la aprovechamos.
–En 20 minutos marcaron un parcial de 7-0. No es fácil hacerle eso a La Dolfina…
–Meterle tantos goles seguidos a este equipo con lo buenos y grandes que son, es meritorio. Pero hay que mejorar el arranque. Arrancamos más o menos. Por suerte en la segunda mitad jugamos mejor.
–¿Qué les pasó cuando ganaban 11-8 con uno más? Parecía que lo tenían para liquidarlo y casi se les escapa.
–Fue raro. Es verdad que con un jugador más nos hicieron un gol increíble. Después me sacaron a mí y nos terminaron metiendo otro gol. Fue raro. No lo venían haciendo en todo el torneo y justo en la final sacaron a dos jugadores.
–¿Lo ganaron más por corazón o por buen polo?
–Fue una mezcla de los dos. Le pusimos bastante corazón en la segunda mitad, pero a La Dolfina si no le jugás buen polo, no le ganás tampoco. No fueron los ocho chukkers iguales, seguro, pero quedamos contentos con la segunda mitad.
–¿Cómo se hace para que el título repercuta en Palermo?
–Tenemos que tratar de jugar parecido a como jugamos este partido, o mejor, que se puede. Más que nada, mantenerlo a lo largo de los ocho chukkers. Concentrarse. Ya el equipo lo tenemos, el funcionamiento lo tenemos, mejoramos con los cambios de posiciones. Hay que trasladarlo a Palermo.