Ellerstina: "Estamos cerca de cumplir el sueño que tuvimos siempre"
Los Pieres, tres hermanos y un primo, anhelan desde chicos conquistar juntos el Argentino Abierto
Espectacular mañana en una de las ocho canchas de Ellerstina, en General Rodríguez. Termina la práctica de ocho chukkers y, al rato, se abre la charla de los cuatro Pieres con LA NACION. "Es el partido que estuvimos esperando todo el año", empieza Facundo en las caballerizas.
¿Cómo compararían esto con 2005, 2011 y 2013, sus primeros años en una final de Palermo?
Gonzalo: -Son todas especiales, únicas. Pero se las vive de una misma manera: las ganas de ganar, el ambiente, los nervios...
Nicolás: -Mi diferencia es que cumplí cuatro años más... Calculo que maduré un poco más; en ese momento era bastante chico [tenía 20 años]. Y ahora tenemos un equipo de cuatro familiares. Para mí es una final distinta.
Pablo: -Siempre me tocó bancar desde afuera a Ellerstina, en la tribuna. De más chico fui varias veces a Dorrego, y en las últimas, ya como jugador del Abierto, a la B. Te aseguro que me ponía más nervioso mirándolos que ahora. Estoy contento y con muchas ganas de que llegue la hora.
¿En tu primera final no estabas tan nervioso como en las tribunas?
Pablo: -Creo que ni me di cuenta de lo que estaba por jugar. Fue rápido y... raro.
¿Y hoy te das cuenta?
Pablo: -No sé... Quizá cuando llegue el momento voy a darme cuenta. Obviamente estoy nervioso, pero son nervios lindos.
-¿Ustedes notan diferente a Polito, que va a tener su segunda final?
Nicolás: -Y... viene a las 9 de la mañana a la caballeriza. Un horario distinto... Está más raro que antes, me parece.
¿Qué recuerdan de la final de 2014?
Facundo: -Que fue un partido malo, feo. Nosotros hicimos muchos fouls, estuvimos mucho tiempo pendientes de lo que se cobraba... Y eso quiere decir que no estuvimos muy concentrados. No se jugó el partido que la gente quería ver ni el que queríamos nosotros. Fue un poco cerrado, y no nos convenía mucho eso.
Gonzalo: -Para nosotros fue un Abierto un poquito distinto. Perdimos a Mariano [Aguerre] en el primer partido... Y era su último año, cambiamos posiciones... Entró Nachi [Du Plessis] y jugó muy bien, pero encaramos la final bastante en desventaja. Por eso me gusta mucho la final de este año. Y ahora estamos cerca de que se cumpla el sueño que tuvimos siempre. Somos primos, amigos y excelentes jugadores, así que tengo muchas ganas de que se dé. No sólo para nosotros, sino también para todo el equipo que tenemos atrás y los familiares. Sería un sueño increíble.
¿La camiseta violeta quedó en el recuerdo? ¿Nunca más?
Facundo: -No... Fue una b..., nomás. Ahora, negra.
¿La final de Hurlingham de 2015 es un buen o un mal recuerdo?
Nicolás: -Una mezcla. Un buen recuerdo porque se jugó bien durante siete chukkers; dominamos. Y uno malo por lo mal que jugamos el último. Pero se aprende de esa final; hay cosas buenas como para rescatar. Lo que más confianza nos da es el Palermo que estamos teniendo, bastante mejor que nuestro comienzo de temporada. Venimos de abajo hacia arriba.
¿Qué es más decisivo: la caballada, acertar los penales, la eficacia frente a los mimbres o la concentración y la intensidad durante ocho chukkers?
Facundo: -La concentración y la intensidad durante ocho chukkers. Todo es importante: los penales, los caballos... Pero si uno está concentrado durante los ochos chukkers, los caballos rinden mejor, el equipo anda mejor, uno emboca los penales... Una cosa va llevando a la otra.
¿Son demasiados 56 minutos, como para estar todo el tiempo prendido?
Gonzalo: -Cuando uno está bien, se pasan volando, y cuando está mal, se le hacen largos. Así que ojalá sea cortito...
-¿Cómo llegan respecto a La Dolfina?
Nicolás: -Ellos son los que vienen de ganar, el equipo de 40 goles, ellos son La Dolfina... Pero nosotros somos Ellerstina y tenemos que pensar en nosotros. El que esté mejor ese día va a llevarse la copa.
Lo considerás favorito, parece.
Nicolás: -Es el que viene de ganar. Son ellos los que tienen que salir a demostrar.
La final de 2014 salió cerradísima. ¿Ustedes siempre van a abrir o, si les conviene, en algún momento cerrarán?
Facundo: -La idea siempre es abrir, encontrar la velocidad de los cuatro, usar bien los caballos. Pero no es fácil contra un equipo que juega tan bien todos los espacios, todas las posiciones, y que cuando agarra la pelota obliga a correr atrás. Como en 2014, cuando ellos tenían la pelota y nosotros siempre defendíamos. Si logramos atacar, vamos a abrirlo.
Como back, ¿te conviene un Cambiaso bien de 1 o que se meta en el medio, como pasó un rato ante La Aguada?
Facundo: -La verdad, no lo pienso. Que juegue como juegue. Yo tengo que estar bien, concentrado, y cerrarlo donde pueda, juegue corto, largo o como sea.
¿Cuán adaptado a ese puesto estás?
Facundo: -Tuve actuaciones bastante buenas y otras flojas, pero me siento cómodo. Hay días en que me cuesta un poco más, pero sé exactamente lo que tengo que hacer en esta final. Lo tengo bien claro.
Polito [irónico]: -Va a jugar al galope...
Referato estricto o referato laxo. ¿Qué elegirían?
Facundo: -Para el polo, por el espectáculo, para la gente, son mejores los referatos que dejan jugar un poco. Pero tienen que ser estrictos en que no se les vaya de las manos el partido en protestas, en choques peligrosos... Con Las Monjitas hubo un par y los jueces no fueron tan estrictos.
Nicolás: -En la final del año pasado cortaban todo el tiempo. Estaría mejor un polo más abierto. Cobrar el foul peligroso, sí, pero al de throw-in más vale que no.
Gonza no quiere alargue. ¿Y ustedes?
Nicolás: -Mientras el resultado sea para Ellerstina, cualquier forma está bien. Es más lindo definirlo antes, pero si hay suplementario y es para nosotros, bienvenido.
Facundo: -Si ganamos, me encanta. Ojalá lo ganemos antes.
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