Boxeo / Entrevista. Promesa sureña
El chubutense Héctor Saldivia, de 21 años, se destaca entre los semimedianos; está 6° en el ranking argentino y ganó todas sus peleas
Quienes lo conocen dicen que es bravo, muy bravo. Tanto, que ni siquiera tiene amigos y que su vida cotidiana transcurre en su pequeña casa, en Comodoro Rivadavia, y en un húmedo gimnasio de esa ciudad. Héctor Saldivia, de 21 años y sexto en el ranking argentino de los semimedianos, se calzó los guantes por primera vez en 2000 y desde ahí no se los sacó más. Ni siquiera para dormir, según cuenta él mismo, con cierta timidez, a pesar de su mirada de piedra.
Saldivia lleva sólo un año como boxeador profesional. Nunca perdió. Peleó 15 veces y tiene 11 knock outs . Ocupa el sexto lugar entre los mejores del país y sus allegados ya gestionan un combate ante el chaqueño Raúl Bejarano, el campeón de la categoría desde el 20 de julio de 2002.
El fin de semana último, en Rosario, venció por KOT en tres rounds al local Norberto Acosta, en la reunión boxística denominada Doble Riesgo. Fue la primera vez que los puñetazos de Saldivia se vieron por televisión en todo el país.
"Cada pelea es un escalón más. Pero mi meta es obtener el título argentino este año y el del mundo el próximo", se entusiasma Saldivia, un chico de pocas palabras que antes de ir a Rosario pasó por Buenos Aires para entrenarse unos días en el gimnasio de la FAB.
Su entrenador, Robinson Zamora, sostiene que no es fácil encontrarle adversarios a su pupilo. "No le quieren pelear, saben de sus condiciones. Es peleador, capaz de definir un combate con una sola mano. Además, tiene un gran virtud: combina golpes con cierta facilidad y velocidad", cuenta con entusiasmo ante la atenta mirada de Saldivia, a quien los elogios no le mueven un pelo.
El boxeador mira asombrado el Luna Park en pleno centro porteño. "¿Te imaginás pelear ahí? Sería un sueño", le dice a Zamora, que lo cuida tanto como si fuera su hijo. Le advierte del paso de los autos y le recomienda abrigarse; el frío de la noche comienza a sentirse y el tránsito pesado obliga a tener precaución. Unos chicos, atentos a los flashes, se le acercan y le piden un autógrafo. Tal vez se imaginan que se trata del Mike Tyson argentino. El, apocado y vergonzoso, les devuelve una sonrisa. Este joven chubutense, de brazos anchos y acento simpático, previo salto al profesionalismo, peleó 33 veces como amateur, 29 triunfos, 2 derrotas y 2 empates. Ahora sueña con ser campeón argentino; después... Su ilusión está en marcha.
15 combates son los que disputó Héctor Saldivia como profesional; ganó todos, 11 por KO.
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