Qué hay detrás de los errores del fixture de las copas Libertadores y Sudamericana
La Conmebol anunció ayer el cronograma de partidos para las ediciones 2019 de las copas Libertadores y Sudamericana. Sin embargo, la distribución de los partidos del máximo torneo no respeta el escalonamiento establecido por el artículo 17 del reglamento. Además, pautaron cinco partidos para el martes 26 de marzo, que es fecha FIFA y, por lo tanto, algunos clubes del continente perderán a sus mejores figuras a manos de los seleccionados mayores.
La cadena de errores tiene otro eslabón: el calendario 2019 aprobado por la Conmebol en septiembre de este año establece que la Recopa Sudamericana del año próximo se jugará entre River y Atlético Paranaense, de Brasil, el 20 de febrero (partido de ida) y el 6 de marzo (partido de vuelta). Pues bien, el esquema de partidos de la Libertadores le impone a River jugar frente a Alianza Lima (Perú) el mismo 6 de marzo. O sea que los dirigidos por Marcelo Gallardo deberían disputar dos partidos ¡el mismo día! A Paranaense, en cambio, le pusieron un partido el día anterior: deberá jugar como visitante frente a Deportes Tolima (Colombia) el 5 de marzo.
Las explicaciones
Enterada del caso, la Conmebol ensayó sus razones para cada uno de los problemas suscitados por el fixture. Con respecto a los emparejamientos (los equipos que estaban en el pote 2 del sorteo juegan tres partidos de local seguidos, por ejemplo), la confederación se amparó en el artículo 34 del reglamento de la Copa Libertadores: "Las fechas y horarios de realización de los partidos correspondientes a todas las etapas serán establecidos por la CONMEBOL, la cual los podrá variar cuando lo considere necesario. Los días y horarios serán inapelables por los clubes que deberán cumplir obligatoriamente con ellos". Así, por más que el artículo 17 establezca un orden, la propia Conmebol está facultada para cambiarlo.
"Se modificó el esquema para distribuir entre las diferentes cadenas de TV los partidos más atractivos", dijeron fuentes de la confederación, cuya sede está en Luque, a pocos kilómetros de Asunción. "Es borrar con el codo lo que se escribe con la mano", admitió otro informante, en relación a lo que establece el propio reglamento de la competencia.
Es más, según pudo reconstruir LA NACION, los directivos de Internacional (Porto Alegre) se habían hecho a la idea de que su primer partido en la Libertadores del año próximo sería frente a River, como visitante y en un estadio Monumental sin gente (porque luego de los incidentes en la fallida superfinal del 24 de noviembre pasado pesa sobre el campeón de la Libertadores una sanción de dos partidos a puertas cerradas). Sin embargo, cuando recibieron el fixture definitivo se enteraron de que su debut en la competencia sería frente al equipo G4, que saldrá de la llave entre los ganadores de Talleres-San Pablo (Brasil) y Palestino (Chile)-Independiente Medellín (Colombia).
Al consultar sobre los cinco partidos en la fecha FIFA del 26 de marzo (uno de ellos es el San Lorenzo-Palmeiras, en el Nuevo Gasómetro), la Conmebol se escudó en que "el consejo ejecutivo de Conmebol aprobó jugar en fechas FIFA debido a que la Copa América del año próximo, en Brasil, obliga a los clubes a ceder con antelación a los futbolistas internacionales". Eso deja menos semanas libres para programar los partidos de Libertadores y Sudamericana. La del 26 de marzo, sin embargo, es la única fecha FIFA de todo el semestre.
El calendario de la Copa Libertadores 2019, además, se solapa con el de la Copa América. Los partidos de ida de octavos de final de la competencia de clubes (se jugarán del 2 al 4 de julio) coinciden con la disputa de las semifinales del máximo trofeo continental de selecciones: una de las semifinales se jugará el 2 de julio en Belo Horizonte; la segunda, en Porto Alegre un día después. Así, los clubes sudamericanos que tengan futbolistas en las cuatro mejores selecciones del continente se verán privados de contar con ellos para el primer mata-mata de la Libertadores.
La coincidencia del 6 de marzo como fecha para el partido de vuelta de la Recopa Sudamericana 2018 (River-Paranaense, en el Monumental) con el encuentro por la fase de grupos de la Libertadores 2019 entre Alianza Lima (Perú) y el conjunto millonario puede estar ligada con la intención de Conmebol de definir al campeón en partido único. A nadie le escapa que la confederación no quiere entregar el trofeo en un estadio vacío. Y en esas especulaciones vuelve a aparecer una ciudad que se mencionó como posible organizadora de la superfinal de la Libertadores entre River y Boca: Doha, la capital qatarí. Aunque nadie lo haya confirmado, el plan de la Conmebol podría ser trasladar al emirato la final de la Recopa 2019. Y llevar la edición de ese mismo trofeo en 2020 a Miami (Estados Unidos), otra de las ciudades que pujó por la organización de la superfinal.
Más leídas de Deportes
Amistosos. El Chile de Gareca perdió con Francia; inesperada caída de Uruguay, y el DT argentino que suma 18 partidos invicto
De menor a mayor. La selección reaccionó con la vigencia de Di María, el gol de Lautaro y terminó la gira con una sonrisa
Cumpleaños agitado. Boca se prepara para un aniversario de superacción con actos, un homenaje a Riquelme, causas judiciales y... fútbol