Boxeo / El título minimosca de la AMB. Reveco fortaleció su evolución con la reconquista de la corona
A los 25 años, el mendocino venció en fallo dividido al mexicano Rosas; su historia de sacrificios y constancia
El grito del festejo resonó seco, casi rabioso, como retenido por una espera injusta, que culminó con el objetivo alcanzado: reconquistar parte del título mundial que alguna vez estuvo en su poder. Así reaccionó el mendocino Juan Carlos Reveco al ser declarado campeón interino de la categoría minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) después de vencer por puntos en decisión dividida al local Francisco Rosas (ambos pesaron 48,950 kilos), en una pelea de doce rounds, disputada anteanoche en la explanada central del Palacio Municipal de Cozumel, en México.
Reveco, de 25 años y un récord de 21 victorias y sólo una derrota, afirmó en el segmento final del encuentro las diferencias vitales, que lo llevaron a obtener el voto de los jurados. El panameño Gustavo Padilla y el norteamericano Levi Martínez señalaron 115-113 en su favor, mientras que el puertorriqueño Luis Rivera indicó en modo extraño y localista 116-112 para Rosas, de 29 años. La tarjeta de LA NACION otorgó 116-113 para el representante de nuestro país.
En un enfrentamiento movido e impreciso, Reveco -el 25 de este mes cumplirá 26 años- pudo imponer su calidad y mayores variantes sobre el estilo rústico y fuerte de Rosas, que sólo en aisladas ocasiones sorprendió al pupilo de Pablo Chacón.
Los permanentes cambios de frente y su impecable preparación física le facilitaron a Reveco lograr conectar los mejores golpes en el primer ciclo con ganchos al cuerpo, y en los tres últimos rounds con combinaciones certeras, que frenaron por completo a Rosas, que resignó su segunda oportunidad mundialista. Y esto resultó determinante para diferenciar al ganador. Reveco, integrante de una laboriosa familia de doce hermanos surgida del barrio Virgen del Carmen, cercana al río Malargüe, en el sur mendocino, dedicó la victoria a sus padres, Elena y José, y a su hijo Nicolás.
Inmerso en la indiferencia que los turistas de esta cálida isla mexicana le brindaron al combate; en medio de desfiles de modelos y promociones de cervezas de "distinto color", Reveco reconquistó el cetro perdido ante el francés Brahim Asloum, en la localidad de Le Cannet, en 2007, choque resuelto con una decisión controvertida y política, que por entonces revitalizó al alicaído boxeo francés.
El mendocino se consagró en una pelea magnífica ante el tailandés Nethra Sasiprapa (triunfo por KO el 22 de junio de 2007, en Mendoza) y aún se recuerda su KO con un gancho de izquierda -durante el 5° round- al hígado del mexicano Humberto Pool, en el Luna Park. A partir de esa gran producción, el flamante campeón mostró un crecimiento constante. Esa evolución lo llevó a constituirse en la esperanza máxima del pugilismo nacional, y no decepcionó a la hora de demostrarlo. Su imagen está envuelta en el silencio y la humildad de la cual emergió. Del sacrificio que lo llevó a pedalear 15 kilómetros en su vieja bicicleta para entrenarse diariamente en el gimnasio de Domínguez y Peletay, en Malargüe, donde la siembra y la cosecha de ajo y papa modificaron desde la niñez la suavidad de sus manos.
Hoy, con todo derecho vuelve a lucir el cinturón de campeón mundial, que por capricho reglamentario de la AMB tiene el certificado de "interino" y que por obra del absurdo creativo de los dirigentes de estos días, los peores de todos los tiempos, deberá compartir con otros púgiles inferiores a él: el mexicano Giovanni Segura y el caprichoso francés Brahim Asloum, que pelea cuando desea y ante quien quiere.
- Giovanni Segura, el monarca al que podría enfrentar
El futuro rival de Reveco sería el mexicano Giovanni Segura, poseedor del título interino de los minimoscas y campeón absoluto de la categoría, nominación que adquirió al vencer al colombiano César Canchila el 14 de marzo último, en Mexicali. Hace quince días, en su primera defensa, Segura batió al filipino Juanito Rubilar. En cambio, desde que obtuvo el cetro en 2007, Brian Asloum jamás lo puso en juego.
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