River, el puntero, golea y gusta
Lo dijo el goleador Julio Cruz: "Somos un gran equipo".
River trepó a lo más alto del campeonato Apertura: anteayer, en el Gigante de Arroyito, goleó a Rosario Central por 5 a 2 y atesoró todos los elogios. El equipo que dirige Ramón Díaz ganó sin dejar ninguna interrogante, desplegando un fútbol desequilibrante y de alto vuelo. Y Julio Cruz, el máximo goleador del certamen con seis conquistas, avizora un futuro lleno de triunfos y de grandes satisfacciones.
"No tengo ninguna duda: River es un gran equipo que está para grandes cosas. Y creo que la clave de nuestro buen funcionamiento radica en las buenas individualidades que posee este plantel. Ningún otro conjunto de la Argentina crea tantas situaciones de gol", le dijo a LANACION el ex delantero de Banfield.
Claro que el triunfo ante Central -un rival siempre difícil para River- trajo, en los alrededores de Núñez, una importante cuota de optimismo y tranquilidad. Al menos, así lo entendió Cruz, quien aseguró: "Ganar en Rosario era fundamental para alcanzar la punta y pasar al frente en el campeonato, y por suerte se dio. Además, Central es un gran equipo y una medida importante para conocer nuestras fuerzas. Por eso tanta alegría en el final del partido".
"Sacamos mucha diferencia"
Pero sus palabras no terminaron allí. El delantero de River explicó las razones de esta indiscutible victoria ante el equipo rosarino. "En la primera etapa no pudimos convertir las tantísimas situaciones de gol que habíamos creado y el empate era un resultado injusto. Por suerte, en el segundo tiempo tocamos mucho más la pelota y le sacamos mucha diferencia. Tanto en el marcador como en el campo de juego.
"¿Qué pasó con Abondancieri? Fui a buscar una pelota en el área y lo choqué, pero sin mala intención. Después, él reaccionó, pero no pasó nada. Son cosas del partido".
Pero a la hora del balance final, Cruz fue muy elocuente. "Después del triunfo me quedó la sensación de que River jugó el mejor partido del campeonato", dijo sin titubear.
Duros de roer
Ilusionado por este presente de River, en el que surge como un arma letal a la hora de definir, Cruz optó por tomar las cosas con mucha calma. Fiel a su perfil santiagueño. Y por eso repite una y otra vez con su hablar pausado y sereno: "Ahora estamos punteros, es cierto, pero no hay que desesperarse, porque todavía falta mucho. Pero creo que si mantenemos este nivel, a los rivales les resultará muy difícil vencernos. De eso no tengo ninguna duda". Contó que River aboga por mantener siempre la misma actitud ofensiva, tanto si juega de local o si lo hace de visitante, y agregó: "Todos sabemos que mantener la punta del campeonato no es una tarea sencilla, pero yo tengo mucha confianza en este equipo. Y ojalá que podamos ganar el campeonato para toda la gente que siempre nos apoya. Como ayer (por anteayer) en Rosario".
Eso sí: para Cruz, Enzo Francescoli merece un párrafo especial. Y él lo definió así: "Enzo posee un talento especial. Lo admiro porque es un jugador que piensa y pone la pelota justa. Además, es muy difícil de marcar y lo más elogiable es que no es una persona egoísta. Siempre deja todo en función del equipo".
Un sueño mundial
La otra meta de River tiene nombre, fecha y lugar: la final de la Copa Interamericana ante Juventus, el 26 de noviembre, en Tokio. Y cuánta ansiedad se dibuja en el rostro de Cruz cuando piensa en ese partido: "Creo que jugar una final del mundo es el sueño de cualquier futbolista. Lógicamente, uno tiene muchas ganas de estar presente y espero que las cosas me salgan bien. Pero lo importante será traernos la Copa para Argentina y creo que tenemos muchas posibilidades de cumplir con ese objetivo", aseguró Cruz.
Presuroso por reunirse con viejos amigos y para aprovechar el día libre, Cruz dejó una última frase: "Claro que ser el goleador de River y del campeonato es una gran alegría. Hoy las cosas se dieron así, pero hay que tratar de no perder la calma. Yo siempre trato de hacer lo mejor posible. A veces sale y otras no. Pero lo importante es que River gane y juegue bien".
Así, River convence a todos
El fútbol suele provocar tantos puntos de vista diferentes como cantidad de personas se decidan a opinar. Cada uno anda con su verdad y muchas veces -la mayoría- no tiene ni un punto de coincidencia con la verdad del otro. Sin embargo, esta versión de River de las últimas fechas unificó los criterios del mundo futbolístico: lo disfrutan sus hinchas y lo reconocen quienes no tienen entre sus afectos a la camiseta con banda roja. Con la goleada ante Central, que se agregó a la que una semana antes había sufrido Platense, River provocó admiración. No dejó lugar para debates sobre si tal o cual estilo es más conveniente que otro. Cuando se produce una síntesis tan equilibrada de belleza y contundencia futbolística, todos le dan la derecha. Por supuesto que eso no es nada fácil de conseguir. Hay que poseer los hombres y la determinación necesarios para intentarlo. Y las individualidades de River, guiadas por una acentuada ambición ofensiva, rompen todos los moldes.
A mano con la historia
River ya dio muestras de todo lo que puede; con eso le alcanza para convertirse en el equipo más desequilibrante de la actualidad; de ahí a demostrar que es el mejor de la Argentina será cuestión de continuidad y regularidad en ese nivel, como la que muestra Vélez, aun cuando ambos conjuntos tengan características distintas. El bicampeón de Liniers es todo consistencia, solidez y personalidad para trabajar partidos y doblar rivales. Lo de River es más espectacular, estéticamente llena más los ojos. Con esto no debe interpretarse que los muchachos de Ramón Díaz van a triturar por goleada a todos sus rivales. Sólo se trata de remarcar que River tiene con qué y cómo para vivir más alegrías que tristezas.
Este equipo se da la mano con la rica y prestigiosa historia que el club lleva como una marca en el orillo. Y volviendo a los tiempos contemporáneos, hace un buen rato que alguien no marca época con goles y fútbol de alto vuelo. Quizás, el último haya sido el Independiente `94 de Miguel Brindisi, que obtuvo el Clausura y la Supercopa, con un esquema de medio campo-ataque que noqueó a varios: Cagna, Perico Pérez, Gustavo López y Garnero; Usuriaga y Rambert.
River se perfila para tomar esa posta. La pareja Ortega-Francescoli ya es bien conocida y en ellos descansa gran parte de la usina generadora de fútbol; el jujeño, por atrevimiento, gambeta, freno y enganche; el uruguayo, por categoría y exquisitez técnica. Alrededor de ellos se organizó un tándem con los nuevos que llegaron, y que sorprendieron por lo rápido que empezaron a devolver los dólares que se pagaron por ellos. Monserrat, Cruz, Berti, Berizzo y Sorin. No tuvieron muchas prácticas en conjunto y juegan como si se conocieran desde toda la vida. Identificación futbolística, que le dicen.
Monserrat (ya anotó 5 goles) aporta más en la ofensiva que el propio Cedrés, cuando Gallego lo puso colocó sobre la derecha en el equipo campeón del `94. Cruz siempre da más de lo que aparenta. Es probable que el mérito de Ramón Díaz sea mayor ahora que cuando obtuvo la Copa Libertadores. En el medio aparecen Juventus y Japón, pero para eso falta más de un mes. Y como este River moviliza y despierta deseos de verlo en acción, ya hay muchos que quieren que el viernes sea hoy para ir al Monumental.
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