River Plate, en todas partes
Anoche venció a Gimnasia y Esgrima de Jujuy por 3 a 0 y se aseguró la permanencia sin compañías en la punta de las posiciones del Apertura, tras el cotejo adelantado de la novena fecha.
Los últimos partidos de Los Romperredes que conduce Ramón Díaz invitaban a una buena convocatoria. Y la gente respondió. Más del 75 por ciento de las tribunas se vieron ocupadas para darle un marco bárbaro a la noche de Núñez. Era como si River ya hubiera ganado antes de jugar. Al menos, así lo sentía la gente. Y por poco no acierta, porque a los dos minutos, no más, una palomita de Ortega por centro de Berti le daba un triunfo parcial que, psicológicamente, valía muchísimo. Como suele decirse en estas ocasiones, River empezó a ganar con un gol "de vestuario".
Presagio de goleada, parecía. Y River mostró algunas cosas como para que el botón de muestra se convirtiera en realidad. Dos veces Ortega y otra Francescoli pudieron aumentar el marcador en el primer tiempo, pero siempre surgió la figura de Castellano para que el grito de gol se postergara un tiempo.
Para golear hay que esperar
Al cabo, las estadísticas decían que River siempre marca las diferencias en el segundo tiempo, y no era cuestión de contradecir a los números. Igual, aunque la pelota por lo general tenía el destino que River quería darle, un par de sustos lo obligaron a no confiarse más de la cuenta. Es que Gimnasia, que cuando pudo trató de jugar un buen fútbol -con la excepción de Giustozzi y sus patadas-, llegó dos veces en toda la primera parte y en ambas estuvo a un paso de marcar. Lo salvaron Bonano y el palo, culpables de que Trimarchi desperdiciara esas situaciones.
En otras palabras, River era un equipo cuando atacaba y otro muy distinto cuando se defendía. Si el juego era generado por Francescoli, Ortega y compañía, Gimnasia estaba seriamente amenazado. Otra era la situación cuandoTrimarchi les quitaba la pelota.Ahí, aunque con eso sólo, sufría todo Núñez.
Pero Bonano respondió cada vez que se lo pidieron. Y Berizzo también lo ayudó un poco más adelante. Después, una vez que Astrada recuperaba en la mitad de la cancha, temblaba Gimnasia.
Un Ortega fantástico
Ortega dibujaba por toda la cancha. Gambeta por aquí, amago por allí, uno en el camino, otro de largo. Transcurrieron noventa minutos y los jujeños no le encontraron la vuelta a los arranques y a esos quiebres espectaculares que ya patentó el volante-delantero. Hizo un gol, pudo marcar un par más y hasta se dio el lujo de robarle un tanto a Cruz, cuando la pelota le rebotó sin querer ante un disparo del ex jugador de Banfield que tenía un inapelable destino de red.
Y no estuvo solo Ortega. Lo acompañaron muy bien Cruz, Francescoli y hasta Sorin, uno de los defensores más criteriosos y más decisivos de los que se animan a cruzar la media cancha. Como ejemplo de lo que vale Sorin sirve el 2 a 0: casi cayéndose, empalmó de zurda un centro hacia atrás y despidió la pelota con tanta fuerza que a Castellano le resultó imposible atajarla.
Después llegó el 3 a 0 de Cruz y faltó el 4 a 0 que hubiera significado la diferencia justa. Se pudo convertir, pero el arquero de Gimnasia no lo permitió.
Y volvió a ganar este River de Los Romperredes, que en los últimos tres partidos gritó doce goles y que, a fuerza de fútbol y toque, se encariñó con la punta del Apertura.
Ahora la ventaja le alcanza para disfruta de un fin de semana más que tranquilo. Y con un título que, aunque aún está lejos, lo tiene como uno de los principales aspirantes.
Millones por Salas y Cruz
Siete millones de dólares ofreció el empresario Gustavo Mascardi para llevarse al chileno Marcelo Salas a un club italiano. Según trascendió, Internazionale y Milan serían los equipos interesados en el delantero, por quien River pagó 3.200.000 dólares hace algo más de un mes.
El tema de Julio Cruz está un poco más en el aire. Allegados a la dirigencia de River admitieron que un empresario ofertó 8.000.000 de dólares por el ex jugador de Banfield, y que el destino sería un equipo de España. Ahora, cuando se los consulta a los dirigentes dicen que no saben o que "a Cruz lo quieren todos". Y ninguno da precisiones. Por lo tanto, pueden suceder dos cosas: o que traten de mantener todo en un perfil excesivamente bajo, "para que no se pinche", o que sea sólo una versión para inflar el precio del delantero. La verdad se sabrá en los próximos días.
Como se recordará, Cruz llegó a River cuando la temporada ya había comenzado (de hecho, jugó la primera fecha para Banfield), con la intención de reemplazar a Hernán Crespo, vendido a Parma en 4.000.000 de dólares. Y por su pase, el equipo de Núñez abonó en su momento unos 3.800.000 dólares.
El pase de Altamirano
La comisión directiva de River estudia la transferencia de Ricardo Altamirano a un club de México, cuyo nombre no trascendió. Es probable que el pase se realice, ya que el puesto de lateral izquierdo tiene demasiados pretendientes por Núñez y Altamirano no estaría en los planes de Ramón Díaz.
En busca de un arquero
No conforma Burgos, parece que tampoco del todo Bonano ni mucho menos Irigoytía. La cuestión es que River quiere un arquero y anda detrás de dos colombianos:Farid Mondragón u Oscar Córdoba. Ya se sabrá si prosperan las gestiones.
Firmas y contratos
En el rubro contratos y compras, el club que preside Alfredo Davicce hará uso de la opción por Juan Pablo Sorin, tasado por Juventus en 1.200.000. El defensor se encuentra actualmente a préstamo. Además, la comisión directiva aprobó en su reunión de anteanoche el contrato del juvenil Santiago Solari, que percibirá 450.000 por un vínculo de tres años. Y en el mismo tema, se espera que el miércoles próximo firme Enzo Francescoli, con quien ya se convino un desembolso de 3.200.000 dólares por dos años, más un partido homenaje por el que se le pagarán 800.000 billetes norteamericanos.
También se aprobó las cesiones sin cargo de Matías Biscay y Diego Padula a Huracán. Por Biscay se fijó una opción de 3.000.000 de pesos y por Padula, una de 2.000.000.
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