Roger Federer admite sentirse un poco triste por estar llegando al final de su carrera

MIAMI - El suizo Roger Federer admitió ayer en una video entrevista para el sitio oficial del ATP Tour sentirse "un poco triste" por estar transitando la etapa final de su carrera y desearía poder comenzar de nuevo su historia de 21 años en el circuito.

La leyenda del tenis mundial, dueño de 20 títulos de Grand Slam y 100 coronas individuales, fue entrevistado en tono distendido para el sitio oficial del ATP Tour por el jugador de la nueva generación (Next Gen), el serbio Miomir Kecmanovic.

"Cuando eres joven siempre piensas que va a suceder mañana", confesó Federer, y siguió: "Desearía tener tu edad y poder hacerlo todo de nuevo. Estoy un poco triste por estar llegando al final de mi camino en el tour, pero estoy seguro de que vos tendrás una gran carrera".

Con 37 años, Federer no da señales del paso del tiempo y se mantiene vigente con su número 5 del mundo en el más alto nivel de competencia. Una de las claves es el manejo minucioso que hace de su calendario en las últimas temporadas para asegurarse de que su físico lo siga acompañando. Ganador de Dubai y finalista de Indian Wells, él habla del tramo final de su carrera, pero a la vez se lo toma en broma. Meticuloso, apenas bajó del avión que lo trajo a Miami, fue directo a pelotear al estadio central del torneo para no dar ventajas.

Después de declarar que se siente muy bien en todos los aspectos, Federer debutará en el Miami Open mañana sábado frente al moldavo Radu Albot.

Charlando con Kecmanovic con el Hard Rock Stadium de fondo, el suizo admitió que está triste porque pronto tendrá que colgar su raqueta. Su colega de 19 años bromeó: "Has estado en la gira más de lo que he estado vivo, ¿tienes algún consejo que pueda usar aquí?". Y la leyenda contestó con sabiduría: "Diviértete. Tienes suficiente tiempo".

La frescura de Kecmanovic continuó: "Todos sabemos que tienes cuatro hijos. Queremos conocer cuál es tu favorito", preguntó el compatriota de Djokovic. Federer, padre de los mellizos Charlene y Myla (9 años) y Leo y Lenny (de 4), lanzó una carcajada mientras contestaba con el babero puesto: "¡Esta no es una pregunta para hacer! Los quiero a los cuatro por igual. Son lindos, descarados, tiernos y los mejores". Y concluyó: "Pregunta descarada, ¿eh? ¡Buena!", concluyó la leyenda sin soltar su sonrisa.