La hora del reconocimiento
El nivel de los Pumas en los tres partidos cosechó elogios, con un destinatario especial: Tati Phelan; El coach se afianza a la par de un grupo solidario
WELLINGTON, Nueva Zelanda.– "Santiago [Phelan] hizo un gran trabajo con los Pumas. Es una persona muy inteligente, capaz, que aprende rápido", sorprendió el neozelandés Steve Hansen. Cuando La Nacion le comentó al entrenador argentino lo que su colega había dicho sobre él, Tati abrió los ojos, sorprendido, e inmediatamente se ganó una palmada de felicitación en la espalda de su capitán, Juan Fernández Lobbe. Es que llegó la hora del reconocimiento para el trabajo de Phelan.
"Estoy muy conforme, muy satisfecho con lo hecho por este grupo del que me siento orgulloso. Creo que crecemos cada vez más como equipo. Todavía nos falta jugar a la misma intensidad que las potencias durante los 80 minutos, pero de a poco lo vamos logrando. Es un grupo humano muy interesante", dijo Tati para salir del paso cuando se le pidió una impresión de los conceptos elogiosos de Hansen.
No le gusta a Phelan hablar de él. Prefiere que sea el equipo el protagonista; este grupo que siente el rugby de manera similar a cuando él era jugador. Valores como solidaridad, compañerismo, humildad, vocación de sacrificio y compromiso se destacan permanentemente. Los 107 tackles de ayer no son casualidad. Es trabajo coordinado, planificación y repetición. El equipo que comanda aprendió a superarse en las adversidades. Eso definió su espíritu indomable, ese que se presenta cada sábado ante las súper potencias del universo ovalado. Y que no sólo mereció elogios de Hansen y los jugadores neozelandeses, sino también de los medios locales: el New Zealand Herald se refirió a la "magnífica defensa de los Pumas" en sus crónicas del día.
Pero lo cierto fue que Phelan no se quedó sólo en eso. Ahora le sumó valor agregado. Un plan, un sistema de juego, más ambicioso. Uno que busca no sólo contener al rival, sino hacerle daño, lastimarlo, atacarlo. "Tenemos que seguir mejorando en ese aspecto, aunque en parte también es virtud del rival que nos fuerza a que cometamos muchas infracciones. Creo que en el segundo tiempo mejoramos en la disciplina, pero tenemos que escuchar más a los árbitros", sostuvo Phelan.
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El recorrido ha sido extenso y sinuoso. Asumió tras la gesta más impactante del rugby argentino: el tercer puesto en el Mundial 2007. Además, tuvo que soportar la salida de varios históricos, como Pichot, Corleto y Longo, entre otros. Frente a innumerables inconvenientes, logró formar un grupo que lo representara en la cancha. Un grupo que, con esfuerzo y sacrificio, adoptó una identidad propia. Ese fue el equipo que llevó a Nueva Zelanda. Ahí, en el Mundial, logró el primer objetivo: acceder a los cuartos de final.
Pese a su baja efectividad en partidos internacionales, la realidad marca que con Phelan en el banco la Argentina jugó sólo 30 test desde que asumió (ganó 11 y empató en una ocasión). Esa falta de roce internacional provocó que la transición fuera prolongada, más de lo aconsejable. Phelan llegó a la máxima cita, en 2011, cuestionado. El rendimiento del equipo le dio una nueva oportunidad.
Así llegó la firma del contrato. La Unión Argentina de Rugby (UAR) lo ratificó en su puesto, aunque por pedido del entrenador sólo se extendió por dos años. "Al final sentimos el desgaste que te hacen realizar estos equipos. Nos costó salir de nuestro campo, pero seguimos mejorando", analizó el ex tercera línea del CASI.
Antes de comenzar el año Puma, que incluyó la ventana de junio, el Rugby Championshp y la ventana de noviembre, como gira europea, alguien muy cercano dijo a La Nacion que sería muy complicado obtener triunfos en el año por la exigencia a la que estarían sometidos. "Nos sentimos realmente cerca; estamos por el buen camino. Jugar este torneo es muy bueno para la Argentina. Todo es una enseñanza", sostuvo el manager de la unión madre del rubgy argentino.
"Bien, bien, bien…", aplaude el ex tercera línea, que jugó con los Pumas dos mundiales (1999 y 2003), cuando sus dirigidos logran recuperar una pelota en el partido. Con tiempo de trabajo, Phelan demostró su capacidad de liderazgo, a la vez que capitaliza, junto a su grupo de colaboradores, las enseñanzas de cada charla con el asesor de lujo: Graham Henry.
Ahora llegó la hora del reconocimiento externo. La performance que mostraron los Pumas en 2012 son su mejor carta de presentación.
DIXIT
- "Llega un momento en que te quiebran; esperemos reducir eso para que ese momento no suceda más"
Juani Hernández
- "En el entretiempo pensamos que podíamos ganarlo: ellos estaban desconcertados"
Juan Fernández Lobbe
- "Cometimos ciertos errores que supieron aprovechar para hilvanar buenas jugadas y nos marcaron dos tries"
J. M. Leguizamón
- "La amarilla nos sacó piernas, nos cansamos mucho. Ellos mantuvieron la intensidad y encontraron los espacios"
Patricio Albacete