Rugby | Faltan 9 días para la Copa del Mundo. La mala suerte complica la puesta a punto final
"No creo que haya una explicación a las causas de las lesiones", dice Joe Gomes, el inglés contratado especialmente para la preparación de los Pumas
BRUSELAS (De un enviado especial).- Varias señales de alarma se encendieron los últimos días en esta ciudad. La incertidumbre que ha sembrado la serie de lesiones que viene afectando a los Pumas abrió un abanico de especulaciones sobre las razones de este mal, que recientemente ha causado dos bajas muy importantes en la estructura del seleccionado: Gonzalo Longo, de 33 años, y José María Núñez Piossek, de 30, quienes se perderán, por lo menos, el partido inaugural frente a Francia.
El riesgo es una cuestión de azar, inevitable y nunca previsible. Siempre existe. Así piensa el grupo de preparadores físicos que trabaja con los Pumas. "Siempre hay un porcentaje, que está ligado a la suerte. No sé cuánto. Este plantel ya tuvo suerte al recibir un programa como el que ha recibido. La preparación dura e intensa es parte del deporte de elite, no creo que haya una explicación a las causas de las lesiones", dice Joe Gomes, el responsable de los ejercicios que el seleccionado realizó en un centro de alto rendimiento en Pensacola, en los Estados Unidos, del 1° al 15 de julio último.
Las recientes lesiones de algunos jugadores son diferentes y encierran motivos diversos. "No hay causas determinadas por las lesiones. Es un trabajo que fue diseñado para que el 7 de septiembre los jugadores exploten y alcancen su punto máximo: el día del debut estarán todos en óptimas condiciones, ciento por ciento, no lo dudo", asegura entusiasmado Ignacio Fernández Madero, que llegó a los Pumas de la mano de Marcelo Loffreda, hace siete años.
Fue saludable el esfuerzo de la dirigencia de la UAR en apoyar una preparación profesional, que era demandada desde hacía mucho tiempo por el plantel. "Era una necesidad de todos, algo diferente de lo que estábamos acostumbrados a hacer", dice Jorge Ruiz, otro de los ayudantes del entrenador, que trabaja con los combinados nacionales desde 1997. "Ir a Pensacola fue un privilegio que nos dimos y lo tenemos que aprovechar y demostrar en la cancha", apunta Pichot.
Como nunca antes, los Pumas se han preparado para la Copa del Mundo que comenzará dentro de nueve días. El mismo centro de alto rendimiento de Pensacola tiene sedes en otras ciudades de EE.UU., donde se alistan jugadores de la NBA, del fútbol americano y de béisbol. Pocos lugares son tan buenos como éstos, sostienen los entendidos. Además de la preparación física, se le enseña al deportista a alimentarse, técnicas de concentración y recuperación, y es sometido a diversos estudios médicos.
"Comenzar el Mundial con el rival más fuerte nos obligó a modificar la preparación. El 7 de septiembre los jugadores estarán en su punto más alto. Por eso los días previos debemos estudiar si mantenemos o disminuimos las cargas", explica Ruiz, que recurre a la mala suerte como la explicación válida ante tantas lesiones.
Parece que no existe una receta para combatir y erradicar los riesgos de lesión. Las tensiones por la cercanía del Mundial pueden influir tal vez en el ánimo del jugador y así sentir cada práctica más dura y pesada, lo que puede provocar alguna molestia muscular. Por lo pronto, la preparación física de los Pumas está focalizada en el debut ante Francia. Ojalá que ese día, como aseguran los preparadores físicos, los jugadores encuentren su punto más alto y la serie de lesiones haya quedado en el olvido.
- Así en el rugby como en el fútbol americano
En Pensacola, Joe Gomes trabaja también con equipos de fútbol americano, con un plan similar al de los Pumas. "El cuerpo humano es el mismo y los ejercicios, también, sólo cambia el deporte", sintetiza el inglés, que acompañará al plantel hasta el 8 del mes próximo.
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