La ruta australiana, con sello argentino
La técnica del scrum de los Pumas es respetada y admirada por los Wallabies; una relación a través del tiempo
La ruta australiana entre el Mundial 2011 y el que vendrá en menos de dos meses fue, también, una ruta argentina. De Robbie Deans a Michael Cheika, que puede traducirse de Patricio Noriega a Mario Ledesma. Es una ruta con un punto de encuentro: el scrum. Ambos entrenadores han recurrido a los ex primeras líneas Pumas para fortalecer esa formación en una etapa crucial de la preparación con vistas a un torneo que los Wallabies obtuvieron en dos oportunidades.
El de Australia es un caso atípico dentro de las grandes potencias, ya que el rugby no sólo está por detrás de otros deportes en el índice de popularidad, sino que además perdió terreno en los últimos cuatro años. Sin embargo, el rugby australiano siempre ha estado un paso adelante con un laboratorio del cual salieron las primeras grandes técnicas de defensa, el análisis de video y los maravillosos desórdenes ofensivos provocados con jugadores mezclados y sorprendiendo desde cualquier lugar. Esta última virtud, la del ataque con la pelota, también lleva, de algún modo, a una ruta argentina: Daniel Hourcade es un gran admirador del rugby australiano.
Ese laboratorio, sin embargo, nunca le encontró la vuelta al scrum. El periodista australiano Andrew Logan escribió un interesante artículo al respecto en el sitio TheRoar.com.au, en el cual hace un paralelo con los Pumas alrededor de esa formación, remontándose a la legendaria "bajadita" y al primer test entre ambos seleccionados, que los argentinos lo ganaron por 24-13, el 27 de octubre de 1979, en el estadio de Ferro. Logan comienza su artículo recordando a los hermanos Iachetti en la segunda línea, y a Fernando Morel, Alejandro Cubelli y Enrique Rodríguez en la primera, los 5 de adelante que "llevaron en patines" a unos Wallabies que venían de vencer a los All Blacks, pero que desconocían por completo esa técnica de empuje.
Logan viaja después hasta 1983, esta vez en suelo australiano, cuando los Pumas les dieron una paliza en el primer test a los Wallabies, arrasándolos como si fuesen principiantes en el scrum y ganando ese partido por 18-3. Después de esa gira, los australianos captaron a los dos pilares. El cordobés Rodríguez, quien no sólo terminó jugando para los Wallabies, sino que aún vive en Australia, donde publicó un libro sobre el Tratado del Scrum, y Serafín Dengra, quien prefirió volverse para seguir jugando con la celeste y blanca.
La ruta del scrum más tarde siguió con Noriega, quien luego de jugar con los Pumas en el Mundial 95, se transformó pronto en un Wallaby que estuvo, aunque lesionado, en el plantel que se consagró campeón en Gales 99. El Pato Noriega fue vital para reforzar aquel equipo capitaneado por John Eales y que tenía jugadores extraordinarios, especialmente entre los backs.
Deans llegó a la conducción de los Wallabies proponiendo una revolución en el juego y para el scrum llamó a Noriega, quien venía de entrenar a Hindú y a equipos australianos y franceses. Al vértigo que proponía el australiano le faltaba solidificar la pata más floja, que volvía a ser el fijo. Mucho le costó a Noriega conseguir un scrum sólido, pero cuando lo encontró, los Wallabies ganaron el Tri Nations del 2011, el último antes de transformarse en Rugby Championship. La debacle australiana que comenzó en el Mundial y estalló un año más tarde no tuvo que ver, precisamente, con el scrum.
Atrás de Deans llegó Ewen McKenzie, quien nada pudo hacer. La crisis de identidad en el juego y hasta algunas indisciplinas llevaron a un pozo que tocó fondo en el último Rugby Championship. Tras ser vapuleados por los Springboks, cayeron ante los Pumas, en el mismo escenario del test de esta noche.
Chieka, quien a los 48 años ya se dio el lujo de ser campeón como entrenador en el Norte (ganó la Copa de Europa de 2009 con el Leinster irlandés) y en el Sur (título en el Super Rugby 2014 con los Waraths), trae otro de los grandes laboratorios de juego australianos, y para el scrum ha recurrido a Ledesma, tanto en los Tahs como en el seleccionado. Al hooker que jugó cuatro Mundiales como titular en los Pumas ya lo había llevado como su ayudante en el Stade Français, luego del retiro de Ledesma en el Mundial 2011.
Estos Wallabies son muy distintos a los del año pasado. Ahora vienen de ganarles a los Boks. Con un scrum que les dio réditos en el segundo tiempo. Ledesma, quien lleva el ADN del scrum argentino y que antes de llegar acá estuvo cumpliendo la misma función en Montpellier, está empezando a trazar la ruta australiana que es, también, una ruta argentina.
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