Leguizamón: “El rugby argentino va a crecer mucho más”

JOHANNESBURGO.– Es parte de la historia grande. El crecimiento del rugby lo sorprende sudando la gota gorda, ahora mismo, en el desconocido Súper Rugby. Como 11 años atrás, en su presentación con los Pumas, junto con otras figuras, que crearon una atmósfera superadora detrás del legado de Hugo Porta. El 23 de abril de 2005, el equipo nacional superó por 68-36 a Japón, en el Buenos Aires C&RC. "Por suerte, ese partido lo ganamos… (se ríe). Fue una felicidad plena, desde chico soñé con esa oportunidad. Pasaron los años, pero nunca pensé llegar tan lejos. Vivía el día a día. Y fueron diez años en Europa, tantos partidos en los Pumas (62 tests, exactamente). Ser parte de los Jaguares…", se sorprende Juan Manuel Leguizamón, que el 6 de junio próximo cumplirá 33 años. Y toda una vida con la ovalada.

De Santiago Lawn Tennis Club al mundo. El SIC, London Irish, Stade Français, Lyon. Un líder de Jaguares, combativo en la cancha y asombrado por la evolución de un deporte que dejó de ser exclusivo. Hasta la Copa del Mundo de 2027 parece un anhelo sustentable. "El techo del rugby argentino no está cerca, va a crecer mucho más. Con el trabajo de la UAR, de Agustín Pichot, de muchos, se lograron cosas impensadas. Y tengo la suerte de haber vivido todas las etapas de la evolución: el ingreso en el Rugby Championship, los últimos Mundiales, las grandes actuaciones… Al ser todavía jugador, no caés. Cuando caiga la ficha, me voy a dar cuenta de todo lo que mejoró nuestro deporte. Y van a venir cosas mejores, estoy seguro", reflexiona.

"Además, es un orgullo que a los seleccionados argentinos les vayan bien, no sólo en el fútbol. El básquetbol, el hockey, el voleibol, todos llevan procesos de evolución. En el rugby nos está yendo muy bien en líneas generales. Siempre se puede mejorar y escalar otro escalón", cuenta Leguizamón, en una charla más allá del paso del tiempo.

–¿Tan compleja es la adaptación al Súper Rugby?

–Todos estamos viviendo algo sumamente nuevo; soñado, además. Un par de años atrás era algo impensado. Desde chicos veíamos este torneo, que es el mejor a nivel franquicias en el mundo, así que estamos en una etapa espectacular. Me siento un privilegiado. Todos nos sentimos así, porque lo que vivimos es algo histórico. Al mismo tiempo, sabíamos que los primeros tiempos en el Súper Rugby iban a ser difíciles, es un proceso de adaptación, un derecho de piso. Todos los días estamos aprendiendo el sistema del campeonato, viajes, recuperaciones, descansos, entrenamientos, intensidades sumamente altas. La premisa, para mí, es disfrutar todo, las victorias y las derrotas. Estoy convencido de que todo lo que nos pasa es aprendizaje, suma. Me encantaría ganar todos los partidos, pero hay que entender un poco de lo que se trata esto, hay que recordar que jugamos contra los mejores.

–No siempre sos titular. Tienen mayor protagonismo jóvenes promesas. ¿Cómo lo llevás?

–Me siento pleno, física y mentalmente. A veces juego, otras voy al banco, o no estoy entre los 23. Hay que disfrutar cada momento. Con la competencia que hay en la tercera línea, hay que entenderlo. Y aprovechar las oportunidades.

–Vos tenés mucha experiencia, recorriste el mundo. ¿Este torneo no se parece a nada?

–Sí, tengo experiencia, pero esto es nuevo para mí también. Los rivales, física y mentalmente, están súper preparados, saben cómo jugar cada partido y te someten cuando les mostrás el punto débil. Hay que disfrutar de la adaptación y tratar de que sea lo más corta posible, para poder equipararnos con todos estos equipos, que tienen mucha historia.

–¿Cómo se le explica a nuestra sociedad deportiva, que suele rescatar únicamente el triunfo?

–Es difícil, porque la gente cree que como Jaguares es un equipo similar a los Pumas, al ser un seleccionado debería ganar todos los partidos… Los detalles que rodean a este campeonato nosotros no los conocíamos, como adaptarse durante seis meses a jugar estos partidos con otra intensidad. Es diferente a la ventana de junio o de noviembre, o mismo el Championship, que son seis partidos. Hay que entenderlo: muchos jugadores de estos equipos forman parte de los tres mejores seleccionados del mundo. Y ellos, además, tienen cultura y rodaje de este nivel. Hasta el descanso debimos cambiar. Apuntamos, eso sí, a tener sus mismas respuestas físicas y mentales.

–¿En qué hay que trabajar más?

–En todo. La parte mental es fundamental, para salir de una caída fuerte, como fue la de Lions, el otro día y estar preparado para hacer un gran partido contra Kings. La parte mental puede suplantar cosas de la parte física. Si estoy cansado, pero convencido, con actitud, todo se puede.

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