Los Pumas, otra vez muy cerca de dar el golpe
Vencían 19-6 a Australia y tuvieron todo para ganar, pero no lo definieron y perdieron por 23-19; Sostener el nivel en los 15 minutos finales, el nuevo desafío
GOLD COAST, Australia.– Se escapó una oportunidad inmejorable. Los Pumas volvieron a quedar a la puerta de la hazaña. A estas alturas se puede hablar de un problema escénico. Los partidos se construyen de la misma manera. La defensa, el corazón de este equipo, permite equiparar las acciones y el ataque, aunque aún escaso, sirve para estar a tiro. Son entre 60 y 65 minutos de igual a igual. Tiempo en el que los dirigidos por Santiago Phelan aguantan la intensidad que plantean los rivales. Pero cuando restan 15 minutos o menos, el desgaste que realizan los hace ceder a la presión. Pero algo cambió en la derrota ante los Wallabies por 23-19. A diferencia de los tres encuentros anteriores, los argentinos tuvieron el partido a su merced y no lograron cerrarlo. Eso, una potencia como Australia, jamás lo perdonará.
No fue el mejor primer tiempo. Los números sirven para graficarlo: los locales estuvieron en campo argentino el 79 por ciento del tiempo. Demasiado. Los Pumas se dedicaron a la tarea que mejor saben: el tackle. Nuevamente la defensa fue el punto más alto del equipo. Pero no alcanza sólo con cerrar el propio in-goal, hay que vulnerar el del rival. Eso fue precisamente lo que hicieron en el segundo tiempo. La charla en el entretiempo los movilizó. Salieron a la cancha con el objetivo de demostrar que son capaces de ser ofensivos. Y así llegaron los tries de Tomás Leonardi y Julio Farías.
El tercera línea del SIC llevaba en cancha menos de un minuto cuando le tapó un despeje al errático Quade Cooper y apoyó el primer try del equipo argentino. En tanto, la conquista del tucumano fue el resultado de una jugada muy bien orquestada y ejecutada. Juan Martín Hernández, de buen partido, se filtró por la defensa Wallabie y cuando tenía la marca encima se la colgó en la punta a Juan Imhoff. El wing le hizo una medialuna Nick Phipps, y haciendo equilibrio para no tocar la línea de touch (aunque la pisó, acción que no fue advertida por el juez de touch), le soltó el pase a Farías, que venía como una tromba. Ese try fue un desahogo. Todos los jugadores, incluidos los suplentes, se fundieron en un abrazo. Pero faltaba la hora clave para la Argentina.
El reloj avanzó hasta los 60. Australia, herido en su orgullo, redobló los esfuerzos y fue en busca del descuento. Tanto ir finalmente dio resultado. Pat McCabe entró en velocidad y rompió varios tackles antes de aterrizar en el in-goal. Minutos después, llegó el turno de Digby Ioane. Cuando sólo quedaban diez minutos, Australia por primera vez se ponía adelante en el marcador. Los Pumas tuvieron dos oportunidades para intentar dar vuelta la historia, pero faltó precisión en el line. "Sí, es el partido que me voy más caliente", dijo el capitán y símbolo de este equipo, Juan Fernández Lobbe. "Estoy embolado, se nos escapó una oportunidad histórica, pero seguimos dando pasos para adelante", sostuvo el octavo.
Las caras de los jugadores, las palabras, los gestos eran elocuentes. Decepción fue la palabra que más utilizaron. Los Pumas dejaron escapar el primer triunfo en el Rugby Championship, un resultado que hubiera sido un merecido regalo para un grupo que deja el alma en cada partido. "Nos merecemos ganar un partido", manifestó el gigante Patricio Albacete, que ayer llegó a los 50 test-matches. Sin dudas que la Argentina merece ganar, pero los merecimientos no alcanzan. A la suerte hay que ayudarla. Los Pumas deben terminar de dar el salto de calidad que les permita mantener el nivel los 80 minutos; están cerca, cada día más. Todavía quedan dos oportunidades. Ahora se jugará en terreno propio. Los Pumas serán locales en los últimos encuentros. Primero será en La Plata. El Estadio Único, con las entradas completamente vendidas desde hace dos meses, será el escenario perfecto para recibir a los All Blacks. Y, finalmente, Rosario, con Australia, marcará la despedida para el debut de la Argentina en las grandes ligas. Una elite para la que sacó carnet de permanencia.
- 18
veces jugaron los Pumas y Wallabies. Los australianos ganaron 13, contra cuatro de los argentinos. Hubo un empate.
- 13
tackles hizo Juani Hernández ayer. Fue el más efectivo. Lo siguieron Leguizamón, con 12, y Albacete, Farías y Fernández Lobbe, con 11.