Rugby | El final de la serie. "Nosotros jugamos por la camiseta y por el equipo"
Sin mencionarlos, Pichot mantuvo las diferencias del plantel con los dirigentes; hubo poca gente en Vélez
Están en lo cierto los que afirman que en la Argentina, los días que se juega el Mundial de fútbol, significa tiempo muerto para las otras actividades deportivas. Por estas jornadas, la atención de la mayoría de los argentinos está siendo captada por lo que sucede en Alemania. Esta, tal vez, fue la razón por la que los Pumas no se sorprendieron ante la apatía y la poca cantidad de público que los acompañó ayer en la gélida tarde en Liniers, donde unas 12.000 personas observaron la victoria del seleccionado nacional sobre Gales.
Aunque no lo admitan, para los rugbiers argentinos los dos éxitos en la serie frente a los europeos resultaron especiales. Las circunstancias hicieron que así sea. En otra sintonía y con las diferencias con la cúpula dirigencial a flor de piel, nadie quiso ser demasiado crítico, pero las dedicatorias no faltaron. Después del encuentro, el cántico fue claro: "... es para el Ruso que lo mira por teve ...", festejaron los jugadores, en ronda, en el centro de la cancha, frente a las cámaras de televisión. El destinatario del mensaje fue Raúl Sanz, el secretario de la UAR que está de viaje por Europa y es uno de los dirigentes más distantes de la posición de los jugadores.
No fue casualidad y resultó extraño que el trofeo por haberle ganado a Gales haya sido entregado por el vicepresidente de la UAR, el tucumano José Taboada, y no por Alejandro Risler, el presidente, foco de las principales críticas junto a Sanz. Risler estuvo en el palco oficial y después del partido ni siquiera pasó por la puerta del vestuario local.
El público no quiso ser menos y también apuntó hacia los dirigentes: "Risler y Sanz no destruyan el rugby", rezaba una bandera colgada en la platea baja que fue retirada por orden dirigencial antes de que comience el partido. Una situación idéntica se repitió hace una semana, en el primer choque, en Puerto Madryn.
"El festejo fue un desahogo, pero el mensaje que les dejamos a los dirigentes fue nuestro juego", señaló el octavo Gonzalo Longo. Y su compañero Ignacio Fernández Lobbe continuó con las quejas: "Nos está faltando mayor estructura y más competencia internacional. La realidad es que no nos juntábamos hacía siete meses y eso, más allá del resultado, se nota".
En lo que se esperaba que fuera una conferencia de prensa chispeante, Agustín Pichot y Mario Ledesma, referentes del plantel, se encargaron de bajarle el tono. "Disfruto del triunfo con mis compañeros, con el cuerpo técnico. No me da más placer haber ganado por el conflicto, eso es otra cosa que no tiene nada que ver con el juego. Nosotros jugamos por nosotros, por la camiseta, por el equipo", señaló el capitán, la voz cantante del equipo. "Pienso igual que Agustín. Lo positivo es que el jugar entre amigos se refleja dentro de la cancha", agregó el hooker.
Estos días previos al test-match frente a Nueva Zelanda del sábado próximo serán clave para el desenlace de la crisis entre los jugadores y los dirigentes. Se supo que habrá otra reunión entre los jugadores y el manager Ricardo Handley. En ese cónclave se espera la presencia de Risler, que analiza la propuesta que presentaron por escrito los rugbiers el jueves último. Los más optimistas aseguran que se está más cerca de un arreglo que de continuar con el conflicto. Sería un paso adelante, al igual que el contundente triunfo de ayer sobre Gales.
- Marcelo Loffreda está satisfecho y contento
"Estoy conforme y contento porque es la primera vez que se le ganó la serie completa a Gales. Se mejoró mucho con respecto al primer partido", dijo Marcelo Loffreda. "Los últimos tries de Gales tal vez fueron por los cambios que hicimos. Hay que mantener la convicción y la concentración. Y mejorar muchas cosas para el partido con los All Blacks", opinó el coach.
Colaboró Santiago Dapelo