Inglaterra volvió a dar el golpe: venció a los Wallabies y su técnico sigue haciendo historia
El entrenador australiano condujo al seleccionado de la Rosa a ganar su primera serie como visitante ante Australia en el éxito 23-7 en Melbourne; el nuevo DT está invicto en ocho encuentros, incluido el título del Seis Naciones
La emergencia de Eddie Jones al frente del seleccionado de Inglaterra no tardó en causar impacto. A la conquista del Grand Slam (ganó todos los partidos del Seis Naciones) en marzo le acaba de agregar otro hito: con el éxito por 23-7 ante Australia el sábado en Melbourne, el segundo en semanas consecutivas, llevó al seleccionado de la Rosa a ganar una serie en el país oceánico por primera vez en su historia.
Así, Inglaterra extiende sus dominios hacia el hemisferio sur, reivindicándose de alguna manera luego de un desastroso Mundial jugado en casa en el que ni siquiera superó la primera rueda y donde los cuatro semifinalistas fueron del otro lado del ecuador.
Al margen del cruce dialéctico que produjo el regreso de Jones a su país de origen, su aporte es incuestionable. Aunque de trato dócil, también es un hombre sin pelos en la lengua, que dice lo que piensa. Calentó la previa con declaraciones críticas hacia el presente del rugby en Australia pese a su condición de subcampeón del mundo. Más importante, las ratificó dentro de la cancha con dos victorias históricas. En seis series precedentes, Inglaterra sólo había rescatado dos empates 1-1.
Jones dirigió a los Wallabies entre los años 2001 y 2005. Paradójicamente, en el Mundial de 2003 en su casa cayó en la final ante los ingleses. En la última Copa del Mundo llevó a Japón a su momento cumbre, derrotando a Sudáfrica y quedando en las puertas de la clasificación a cuartos de final. Tras el fracaso de Inglaterra, la RFU lo eligió como primera opción, le extendió un contrato récord de 500.000 libras al año y Jones no dudó en aceptar el desafío. Ya ganó sus primeros ocho partidos.
Al contrario de lo que había sucedido una semana atrás en Brisbane, cuando Inglaterra se impuso 39-28 en un festival ofensivo, esta vez basó el éxito en la defensa. Fue levemente superior en el primer tiempo y se fue al descanso en ventaja 10-7 gracias a un try de line y maul. En la segunda mitad, en cambio, el dominio fue netamente australiano, que intentó por todas las vías llegar al try pero una y otra vez chocó, a centímetros del in-goal rival, con una defensa aguerrida, ordenada y rápida para reposicionarse. Sobre el final, selló la victoria con un try de Owen Farrell en una pelota recuperada.
El próximo sábado jugarán un partido más en Sydney, pero la hazaña está consumada. De la mano de un australiano, Inglaterra conquistó Australia.
Más temprano, Nueva Zelanda volvió a vencer a Gales (36-22) y selló la serie, también con un partido por jugarse. Como en el primer partido, los All Blacks debieron esforzarse al máximo y el triunfo no estuvo seguro sino en el final. El choque entre el norte y el sur continuaba más tarde con la revancha entre Sudáfrica e Irlanda, que ganó el primer duelo, y la Argentina vs. Francia.
Sudáfrica se tomó revancha
Una semana después de sufrir la primera derrota de su historia en casa ante Irlanda, Sudáfrica se tomó revancha ante el Trébol este sábado gracias a una remontada en los últimos 20 minutos para ganar 32-26 en Johannesburgo.
Los Springbooks igualaron 1-1 la serie que finalizará el próximo sábado en Port Elizabeth, pero sufrieron ante un equipo europeo que rozó una nueva sorpresa en Ellis Park.
Sudáfrica perdía por 16 puntos (26-10) a falta de un cuarto de hora tras un try de Jamie Heaslip pero la entrada de varios revulsivos desde el banco le sirvió para lograr tres tries en 13 minutos que le dieron el triunfo.
am/tb
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