El Masters 1000 de Miami. Se terminó la ilusión de Dulko en Key Biscayne
Tras conseguir anoche el mayor éxito de su carrera (venció a Jankovic, N°3 del mundo), la tigrense cayó hoy ante Benesova por 6-3 y 6-2; derrota de Gaudio en el dobles con Lapentti
MIAMI.- Gisela Dulko no pudo repetir la gran actuación de anoche, cuando obtuvo ante la serbia Jelena Jankovic, número tres del mundo, la victoria más importante de su carrera, por 6-4 y 7-6 (5) en la segunda rueda de Key Biscayne. Esta vez, la tigrense no le encontró el tiempo a la checa Iveta Benesova y cayó por un claro 6-3 y 6-2 en poco más de 1 hora y diez minutos de juego.
Este fue el quinto enfrentamiento entre Benesova, de 26 años y número 31 del planeta, y la argentina. Cuatro quedaron en manos de la europea, mientras que Dulko sólo se impuso en Hobart 2005.
Gaudio, eliminado en el dobles. Gastón Gaudio, que está intentando regresar al primer nivel y que buscó participar en el cuadro de singles -cayó ajustadamente en la primera rueda de la qualy ante el ruso Korolev- también fue eliminado en el debut del certamen de dobles.
Junto al ecuatoriano Nicolás Lapentti, el Gato perdió con la pareja Bruno Soares (Brasil) y Kevin ullyett (Zimbawe), por 6-2 y 6-2, y se despidió del torneo de dobles, donde ya no quedan argentinos.
Avanza Rafa. Por su parte, entre los hombres, Rafael Nadal le dio una lección de tenis al ruso Teimuraz Gabashvili en la sesión nocturna de ayer.
El español, número uno, derrotó al ruso, 72° en el escalafón mundial, con fáciles marcadores de 6-2, 6-2, para medirse en la tercera rueda con el portugués Francisco Gil, que a primera hora eliminó al croata Ivo Karlovic.
Roger, con comodidad. El suizo Roger Federer, segundo favorito, solventó con comodidad y sin sobresaltos su duelo contra el alemán Nicolas Kiefer (6-4 y 6-1) para instalarse en los octavos de final del torneo de Miami, donde ahora le espera el estadounidense Taylor Dent, verdugo del español Tommy Robredo.
El tenista helvético, ganador de esta competición en dos ocasiones, en el 2005 y 2006, sólo necesitó setenta minutos para endosar al germano la duodécima derrota en sus particulares enfrentamientos.
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