Golf. Spieth y su caddie: una química de campeones
El ganador del Masters tuvo en Michael Greller a un compañero clave para la conquista; el ex profesor de matemáticas llegó al texano tras una cadena de recomendaciones
Jordan Spieth se despertó ayer y agradeció que su victoria en el Masters haya sido realidad. Su magistral obra deportiva se mantiene allí intacta, con sus múltiples récords de cancha y su paseo triunfal de jueves a domingo, sin que nadie pudiera atraparlo en su fuga continua. Nada más revisar el ranking de golf del lunes y comprobar que subió al 2° puesto, sólo detrás de Rory McIlroy. Es la certeza de que a partir de hoy nació la rivalidad entre el texano y el norirlandés, un duelo que se presenta apasionante. Pero antes de proyectarse a los nuevos atractivos del circuito, conviene volver un poco a lo ocurrido en el Augusta National y enfocarse en un personaje fundamental para el triunfo de Spieth: su caddie Michael Greller.
Este profesor de matemáticas de 6° grado se impregnó de vivencias menores en el golf, historias mínimas, hasta situarse en el lugar soñado por cualquier llevapalos, al lado del flamante dueño del saco verde. Parece mentira, pero Greller, de 37 años, conoció Augusta hace solo tres, después de ganar la lotería que se efectúa para conseguir tickets para el Masters. En 2012 siguió desde detrás de las sogas a Rory McIlroy y tomó varias cervezas en el camino, el ritual de cualquier espectador.
Todo arrancó hace 9 años y, a partir de ahí, Greller siempre estaría en el lugar indicado y en el momento justo hasta asociarse con el talento de Spieth. En 2006 presenció desde las tribunas el U.S. Amateur Public Links Championship, que se disputó en una cancha cercana a su casa en Gig Harbor, Washington. Cuando se enteró de que un jugador llamado Matt Savage cargaba su propia bolsa de palos y luchaba por conseguir un score digno en la primera vuelta, se ofreció para hacerle de caddie ad honorem. "Ofrecimos pagarle pero lo rechazó. Solo disfrutaba el hecho de formar parte del torneo", le recordó Savage a The Wall Street Journal , ahora en su papel de coach asistente en Florida.
Cuatro años después, Savage recomendó los servicios de Greller a un amigo de la infancia, Justin Thomas -uno de los mejores amateurs de aquel momento- para otro certamen que se efectuaría a unos kilómetros del hogar de Greller. Y Thomas, a su turno, replicó la misma sugerencia a su buen amigo Spieth, que necesitaba un caddie para el 2011 US Junior Amateur, también realizado en las inmediaciones de la casa de Greller. Resultó un matrimonio por conveniencia, porque éste conocía perfectamente la cancha del Golf Mountain Club.
Hasta ese momento, Greller no tenía aspiraciones de transformarse en un caddie de profesión. Sí utilizaba en sus clases de matemáticas el libro de yardas, elemento imprescindible que sirve para que los caddies aconsejen a los golfistas con las distancias. "Muchos de esos cálculos es matemáticas de 6° grado", comenta Greller. El escenario se modificó cuando Spieth ganó su primer campeonato con Michael cargando la bolsa; a partir de allí se forjó una pareja de fierro.
En 2012, el 21er puesto en el US Open de profesionales convirtió al futuro campeón del Masters en el mejor amateur del mundo, una chance única para que muchos ofrecimientos de caddies recayeran en él. Sin embargo, el oriundo de Dallas quería alguien que lo acompañara todo el año por cualquier rincón del mundo, ya que no sabía qué tan bueno sería o cuándo triunfaría. Así fue como Greller -la única opción que barajó Spieth- recibió la propuesta y abandonó su tarea como docente, al igual que su mujer, Ellie, maestra jardinera. Ya transcurrieron tres años juntos.
En el Masters quedó demostrado que la química entre los dos resultó un factor decisivo, pero también lo fue el estudio del terreno. Antes de la tercera vuelta, Greller habló 45 minutos con Carl Jackson, el legendario caddie de Ben Crenshaw a lo largo de 39 Masters. Greller tomaba nota mientras que Jackson, todo un especialista, le revelaba los secretos de los 18 hoyos.
Más allá de memorizar yardas y caídas de los greens, Greller supo entender los momentos anímicos de Spieth. Por ejemplo, en el fatídico hoyo 17 de la tercera vuelta, cuando Jordan sufrió un doble bogey. En la caminata hacia el 18, el caddie prefirió escuchar al jugador en vez de llenarlo de consejos y advertencias. Y así fue como Spieth salvó el par en el último hoyo del sábado, tras un approach muy comprometido.
La alianza Spieth-Greller está más fuerte que nunca. Se conocieron de manera fortuita; hoy conforman una sociedad para el éxito.
Michael greller
Caddie de Jordan Spieth
"Estoy seguro de que hay montones de caddies mejores que yo. De hecho todavía me considero un novato llevando palos. Pero tengo una gran compenetración en mi trabajo con Jordan"
"La idea no es medir distancias por demás o hacer del análisis algo más difícil de lo que es. Sólo busco influenciar en Spieth dándole calma, porque él es un jugador muy intenso"
"Aprendí la capacidad de adaptación dando clases en la escuela. En el golf, como caddie tenés que ser capaz de adaptarse semana a semana, día a día y hoyo a hoyo en relación con el viento"
Adam Hayes
Caddie de Russel Henley
"El 90 por ciento de la profesión de caddie consiste en llevarte bien con el jugador"
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