De viaje. Te están mirando
PATRAS.- Con las guerras médicas, 500 años antes de Cristo, y con la batalla de Maratón como uno de los principales acontecimientos, surge el concepto de que Grecia representa el país de la libertad contra el absolutismo. También de que la hospitalidad es un rasgo eminentemente griego, con muestras de discreción y generosidad hacia el huésped. Más de 25 siglos después, con motivo de un hecho estelar como los Juegos Olímpicos, Grecia sigue bajo el signo de la libertad, sólo que ese derecho está muy controlado.
También se muestra acogedora, pero se reserva un margen de desconfianza para no ser sorprendida. Es que mientras se esperan los récords deportivos, en tierra helena ya se batieron marcas en materia de seguridad, aspecto que incidirá considerablemente en el balance para establecer el éxito o el fracaso de la organización. Las cifras del gigantesco operativo son conocidas y apabullantes: se invirtieron 1500 millones de dólares en seguridad; 80.000 hombres armados custodian el país, y la sofisticación preventiva alcanza a baterías antiaéreas, aviones radar y 55 barcos. Después están la percepción y la experiencia personal, las consecuencias de moverse en el día a día bajo esas normas. En el hotel Porto Río, búnker del seleccionado de fútbol durante una semana, no hay movimiento que no esté vigilado. Los policías uniformados son los suficientes, sin llegar a conformar un batallón. Lo que llamaba la atención era que hubiera tantos voluntarios, ataviados con un pantalón azul y una chomba multicolor oficial de los Juegos. Se los ve mucho tiempo sentados y caminando por el lobby, y en los parques; supuestamente sin hacer nada? Error. Son agentes encubiertos, listos para dar el alerta ante cualquier riesgo. El personal de limpieza no es el único que ingresa en la privacidad de las habitaciones; junto con él, también de manera sigilosa y camuflada, entra un inspector/a para observar si a simple vista hay algo que pueda comprometer al huésped. De esta disimulada requisa no se salvan ni las habitaciones de las delegaciones de fútbol. Quien se levante temprano podrá observar cómo dos aviones de guerra surcan el espacio de esta sede olímpica. Y si se acerca a la orilla del mar Jónico, se encontrará con la imponencia de un buque de guerra. Hay quien asegura que al zambullirse en la pileta del hotel y en las templadas aguas del Jónico se topó con buzos tácticos. Es que la seguridad olímpica es tan grande que algunos quieren incorporarla a la mitología griega?
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