El tenis femenino, devenido en un Grand Slam de selfies
Las protagonistas del circuito WTA son más noticia por sus vidas fuera de las canchas que por su juego; una tendencia que las convierte en celebridades
Caroline Wozniacki fue dos veces finalista del US Open en 2009 y 2014, pero su punto máximo de popularidad en Nueva York (tal vez en el planeta entero también) fue cuando llegó a la meta en la célebre Maratón con un tiempo de 3h26min36s. Wozniacki no es maratonista, sino tenista, pero semejante registro como debutante, la puso en una consideración superior a la que consigue con su tenis. Dejando de lado su esfuerzo para los 42k, Wozniacki no para de sacudir las redes sociales con sus provocativas fotos con Serena Williams en alfombras rojas y playas con mares verdes, sin que quede muy en claro qué es lo que buscan con semejante exposición en continuado.
Los números de Serena Williams son propios de una jugadora con un lugar indiscutible en la historia del tenis femenino. Pero de ahí para abajo, la WTA ya ha asumido que el potencial de su circuito descansa más en el agite de las jugadoras en eventos y sus vida particulares, mitad privadas, mitad públicas, que en lo producido dentro de la cancha. Probablemente 2014 sea el año en el que el tenis femenino se asumió definitivamente como un coctel de juego, flashes, videos y fotos viralizadas para crear un formato de entretenimiento donde cada segmento tiene el mismo valor. La competencia ya no marca jerarquía y el ranking es relativo. Lo que mueve la aguja es el poderío de las tenistas como celebridades.
Todo esto queda en claro con las declaraciones de Stacey Allaster, CEO de la WTA , durante el cierre del Masters de Singapur. Allaster brindó detalles sobre la marcha del circuito con datos duros y la confirmación de que Asia es hoy el único mercado sólido que tiene el tenis femenino con su propuesta. La temporada que ya terminó contó con 54 torneos en 33 países y un acumulado de 5 millones de espectadores en los estadios. Los números se completan con 350 millones de televidentes y 100 millones de fanáticos activos en redes sociales. Esos números parecerían demostrar que el estado del tenis de mujeres es saludable. Pensar en partidos memorables ya resulta un ejercicio más difícil de realizar sin tanta contabilidad.
El tenis femenino ya sabe que su sistema solar apunta hacia el continente asiático. Luego del US Open, la WTA jugó 13 campeonatos en Asia. Los torneos en Estados Unidos y Europa empiezan a ser una rareza. Para 2015 tienen previstos 11 torneos solamente en China. "Hemos abierto nuestras oficinas en Singapur. Creo que tomamos una buena decisión. Los torneos en Asia se juegan en una zona que concentra al 40 por ciento de la población mundial en un radio de apenas 7 horas de vuelo como máximo entre un punto y otro. Tenemos a nuestras atletas en el lugar donde cuentan con mayor popularidad del mundo…" contó Allaster.
La WTA no cuenta en este momento con un patrocinante principal de su circuito desde la finalización de su reconocida alianza con Sony. El plan que tiene Allaster para 2020 es el de acercamiento de las jugadoras a más patrocinantes y más fanáticos. Con un crecimiento de la masa de tenistas profesionales a partir de la creación del programa "Rising Stars" que busca promover, justamente, la aparición de nuevas jugadoras de jerarquía. "Creemos que nuestras tenistas hacen un gran esfuerzo. Más no les podemos pedir. El trabajo es nuestro: tenemos que darles más posibilidades de llegar a todo el mundo .Hemos hecho estudios de mercado con 5 mil fanáticos del tour, hablamos con patrocinantes y con organizadores de torneos y todo indica que seguiremos con esta línea de ofrecer más entretenimiento y conexión entre nuestras jugadoras y los fans", dijo Allaster en Singapur, apenas horas antes de que Serena Williams le ganara a Simona Halep 6-3 y 6-0 la final del Masters. En otro pasaje de la conferencia de prensa argumentó que la poca concurrencia de público en el China Open se explicaba por el retiro de Li Na y por la gran cantidad de lluvia caída en Pekin en septiembre.
Los esfuerzos están a la vista. La WTA intenta copiar modelos exitosos de otros deportes como la NBA y la UEFA Champions League. Buscará crear más competencias por equipos para darle otra fisonomía al deporte y que sea menos individual. Darle vueltas a algo que ya no convoca por la tensión competitiva y la electricidad de sus duelos. El tenis femenino atrae ahora con la avalancha de selfies de Serena Williams y Caroline Wozniacki en traje de baño . De lo hot de las playas al interés en las canchas hay un océano de diferencia.
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