Del Potro, en duda para jugar la Copa Davis: "Voy a hacer lo imposible por estar"

El escenario en el Parque Roca parecía el ideal. Jornada radiante, el cielo limpio y sin nubes, unos 2000 niños de distintas escuelitas de tenis correteando por el predio, eufóricos por la posibilidad de ver de cerca a los tenistas del equipo de Copa Davis. Hasta que de golpe, abruptamente, una fuerte noticia invadió cada rincón del complejo en el que la Argentina se medirá desde el viernes con República Checa, por las semifinales: Juan Martín del Potro no estaba con el grupo y no estaba asegurada su presencia... ¿Cómo? ¿Es verdad? Sí. ¿Es parte de una estrategia para desorientar a los rivales? No. Contundente. Alarmante conociendo cuál es la trascendencia del tandilense en el equipo que sueña con llegar a la final. Casi inmediatamente, el capitán Martín Jaite explicó: "Juan Martín llegó hace unas horas desde Nueva York, el doctor Berger (Richard, especialista en muñeca) le recomendó 15 días de descanso para cuidar su muñeca izquierda, pero tiene ganas de estar y lo esperaremos. Pero claro que estoy preocupado porque me habría gustado que estuviera con nosotros". Pero como si ya no existiera suficiente comidilla durante la jornada matutina, por la tarde se supo que Del Potro había concurrido al Tenis Club Argentino, en Palermo, y que había realizado ejercicios en el gimnasio y también en la propia cancha con su entrenador, Franco Davin, durante 30 minutos.

"Por el dolor en la muñeca el médico me indicó reposo total x 15 días. Voy a probar y a hacer lo imposible para estar frente a Rep. Checa", fue el mensaje que, a las 14.30 de ayer, publicó Del Potro en su cuenta de la red social Twitter. Delpo, que llegó el sábado pasado a nuestro país, entre hoy y mañana tomará una decisión, a muy pocas horas del sorteo, que se producirá pasado mañana. Todos esperan que esté. Claro que su figura no es secundaria, sino todo lo contrario, y por eso ubicó a Jaite en una situación sumamente incómoda. Aunque el propio Jaite, al enterarse ayer por la tarde de que Del Potro había estado moviéndose en una cancha, sintió más alivio.

La ausencia de Delpo en el Parque Roca también generó impaciencia en los espectadores que ya tienen sus entradas para el fin de semana y que lo tienen como un referente. Es que eso es Del Potro hoy, una de las figuras del circuito ATP, y por ello cada decisión suya es observada con interés, aunque el propio jugador muchas veces quiera escaparles a las grandes luces. Además, son escasas las chances que se tienen para verlo jugar en la Argentina y de allí tanta expectativa. El capitán dijo tener como "plan B" ante una hipotética ausencia de Delpo a Leonardo Mayer, que ayer se sumó a los entrenamientos, pero sabe que sin el as de espadas luce todavía más espinoso el camino hacia la final, más allá del empeño de Juan Mónaco, Eduardo Schwank, Carlos Berlocq y del propio correntino.

Cabe recordar que no estará David Nalbandian, que se excluyó del enfrentamiento de la 1a rueda de Flushing Meadows precisamente ante Del Potro por un desgarro en la zona abdominal. Así y todo, en las últimas horas llamó la atención una publicidad en la que el cordobés aparecía en un consultorio médico, cual esperando el alta, añadiendo una pizca de confusión a su presencia frente a los checos.

Jaite habló con Davin durante el fin de semana. Y allí se dio cuenta de que cortaría clavos hasta último momento, más allá de que la presencia de ayer del jugador en Palermo le encendió más esperanzas. "Lo estamos esperando. Tiene molestias, pero quiere estar. Es lógico que necesite descansar, lleva muchos partidos jugados. Pero ojalá que esté, ojalá", explicó el capitán del equipo. Y agregó: "No soy quién para decir si está bien que se tome unos días. Eso lo sabe él (por Del Potro) mejor que nadie. Lo que me tranquiliza es que no necesita mucha adaptación a la superficie, porque es un jugador con un nivel superlativo".

El tandilense acumula más de 60 partidos en lo que va de la temporada (todo un número), su espigado físico (1,98 metro) es mucho más propenso a las molestias que el de un jugador de 1,80 metro. Delpo jugó en un enorme nivel ante Novak Djokovic el jueves pasado, por los cuartos de final del Abierto de los Estados Unidos, y es consciente de que es la principal carta argentina y que será esperado hasta último momento. Quizá también juegue un poco con ese ego que tienen los grandes deportistas. Sabe que su presencia es imprescindible.

La esperanza argentina es que Del Potro se reponga, tome la decisión de integrar el equipo y sea el líder de una serie victoriosa, como ocurrió en los cuartos de final ante Croacia. Así y todo, lamentablemente hay momentos y sensaciones que se repiten con el paso de los años, esté quien esté defendiendo los colores celeste y blaco. Diferencias hubo siempre y seguirán existiendo en el futuro, está claro, pero la ilusión es que, de una vez, las versiones maliciosas no le ganen a lo estrictamente deportivo. Ése es uno de los escollos más grandes para anotar el nombre de la Argentina en la tan anhelada Ensaladera. Son contadas con los dedos de una mano las series de la Copa Davis en las que no se produjeron inquietudes, por una u otra razón. Casi siempre pasó algo. Y algunas particulares costumbres del tenis argentino todavía siguen vigentes. Así, la incertidumbre y el nerviosismo son sensaciones que existen a tan sólo un puñado de horas del desafío ante Tomas Berdych, Radek Stepanek y compañía.