Galería de imágenes: el calor derritió los termómetros en el Abierto de Australia
Melbourne (dpa) - Juan Martín del Potro sueña con estar tomando una cerveza en la playa, Novak Djokovic no ve la hora del baño de hielo y Gael Monfils anhela una cama de suero. El Abierto de Australia vivió hoy una jornada de calor infernal en Melbourne y la polémica no se hizo esperar.
Tras varios días de temperaturas relativamente frescas para la época, el mercurio alcanzó este jueves los 39 grados centígrados en el primer Grand Slam de la temporada. Una masa de aire caliente proveniente del "Outback", el enorme desierto en el corazón del país, se adueñó de la ciudad costera y del torneo.
Previendo las altas temperaturas que auguraban los pronósticos, Nadal había solicitado en la víspera que las autoridades apliquen la denominada regla del calor extremo de ser necesario. Sin embargo, los organizadores consideraron que no se cumplían los requisitos.
Para ello, la temperatura ambiente debe superar los 40 grados y también se tiene que alcanzar determinado nivel en el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), que mide básicamente la humedad. En ese caso, las autoridades pueden desplegar el techo retráctil en los estadios principales (Rod Laver, Margaret Court y Hisense) y suspender la actividad en las canchas secundarias.
Las temperaturas de hoy, es cierto, no son las más altas que se hayan registrado en el torneo. En 2014, por ejemplo, el termómetro alcanzó los 42,2 grados. "He tenido partidos con más calor aquí", dijo la española Garbiñe Muguruza tras su eliminación, aunque no todos estuvieron de acuerdo.
Para mañana está previsto que la ola de calor se profundice y las temperaturas alcancen los 42 grados, por lo que las discusiones prometen continuar. Sin embargo, durante la noche el viento del desierto cederá a la brisa costera y las temperaturas bajarán abruptamente para alivio de tenistas, aficionados y organizadores.
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