Tenis / Roland Garros. Mayer tuvo un buen debut y busca seguir su evolución
El correntino, 56° del ranking mundial, derrotó en sets corridos a Stakhovsky; en la segunda rueda se enfrentará con el francés Benneteau
Aprovechando el flujo de gente que ofrece Roland Garros, la Federación Francesa de Tenis promociona el Masters 1000 de París-Bercy de noviembre próximo, último de la temporada. En los afiches hay cinco jugadores vestidos de traje: en primera fila, Jo-Wilfried Tsonga y Roger Federer; en segunda, Rafael Nadal, y en la tercera, Novak Djokovic y Juan Martín del Potro, que esta semana bajó al 6° puesto del ranking. Al no poder defender las semifinales de Roland Garros por una lesión, el tandilense podría retroceder al 8° lugar.
PARIS (De un enviado especial).- Hace un año, en este mismo lugar enclavado en el Bois de Boulogne, la vida empezaba a cambiarle a Leonardo Mayer. "Es un quilombo", definía entonces la revolución que se había armado en su familia, con su estilo sencillo, sin vueltas. Hoy es otro. Superado el deslumbramiento, transita por el circuito más tranquilo y seguro. "Ni siquiera llamé a casa todavía", contó después de vencer al ucraniano Sergiy Stakhovsky por 7-6 (7-4), 6-3 y 6-2 en 2h7m. Fue la tercera victoria argentina en la misma cantidad de partidos en la primera rueda de este Roland Garros 2010.
"Ahora es otra cosa", explica el correntino. "Estoy más tranquilo, ya no tengo tantos nervios, me equivoco mucho menos que antes." Mayer vivió varias experiencias importantes a partir de aquella aparición bajo las luces parisienses, cuando superó la clasificación, sorprendió al norteamericano James Blake y llevó a cinco sets al alemán Tommy Haas. Rápidamente llegó su debut en la Copa Davis, frente a la República Checa, como visitante, en dobles, y este año, en su segunda incursión en el equipo argentino, fue importante en el éxito ante Suecia, en Estocolmo, con su victoria el primer día ante Joachim Johansson. Cada vez es más jugador y él lo sabe.
Ayer no tuvo un comienzo sencillo, pero se fue acomodando al tremendo calor y sus consecuencias. "Con tanto calor, la cancha está muy seca, parece que jugamos en una rápida, hay muy poco polvo. Pero no es fácil, porque, a diferencia de una cancha dura, acá no te podés parar, te resbalás", explicó Mayer, 57° del ranking, quien justamente se maneja bien en superficies rápidas a partir de su saque, un arma que, cuando empezó a funcionar, resultó importante.
El francés Julien Benneteau y una lesión le sacaron del camino a uno de los tenistas más peligrosos de la gira de polvo de ladrillo, el letón Ernests Gulbis, que dio un salto en los últimos meses de la mano de Hernán Gumy como coach, pero que sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho en el debut en París.
Mayer está preparado: "Seguramente va a tener el aliento del público, así que habrá que aguantar. Este año ya jugamos dos veces, así que lo conozco bien", dijo sobre los antecedentes: en Sydney, sobre cemento, ganó el francés; en Madrid, en el único choque sobre tierra, Mayer, que también se impuso el año pasado en el césped de Eastbourne.
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