Un mundo a pulmón detrás de los ases
En el Argentina Open, varios jugadores de los Futures se dan el gusto de jugar y estar cerca de las estrellas
La opulencia que despliegan los Grand Slams o los Masters 1000, con premios multimillonarios, invitan a pensar que los tenistas se mueven dentro de una burbuja exenta de problemas. Pero ese universo de hoteles de lujo, viajes en primera y trato preferencial es para unos pocos privilegiados, los que están en la elite del tour. Por debajo del Top 100, vivir del tenis ya es más difícil, porque cuesta entrar en los torneos de ATP , y muchas veces los ingresos que surgen de jugar challengers y futures -las categorías menores- apenas alcanzan para costear los gastos? o ni siquiera eso. Detrás de las estrellas están los batalladores de las raquetas, los que juegan en las categorías menores, los que son conscientes de las grandes distancias y no necesitan ilusiones desmedidas: les basta con poder vivir del tenis. Martín Rondina , Mauricio Pérez Mota , Juan Iliev y Hernán Casanova son algunos representantes de ese numeros grupo de tenistas de dedicación silenciosa y esfuerzo a pulmón. Ellos, al menos en estos días, se dieron el gusto de disputar el Argentina Open .
La puerta para entrar en el ATP porteño se abrió la noche del viernes. Ése es el momento en el que los jugadores que no entran en el cuadro principal deben estar en el club para firmar la planilla que les permitirá jugar la clasificación; es un rato especial, lleno de ansiedades. "Es que no sabés si vas a entrar. Ingresan los 28 mejores de la lista por ranking, y luego hay que ver qué pasa", cuenta Pérez Mota, de 21 años, nacido en La Rioja y que está 1089º en el ranking. "Vinimos con la esperanza de entrar, pero nosotros estamos acostumbrados a los Futures. Esto es otra cosa, otro mundo", agrega. Cuando se cerró la lista, Martín Jaite , el director del torneo, anunció los cuatro invitados especiales. Y entre ellos estaba Pérez Mota. "Cuando me nombró me puse contento, pero también ansioso. ¿La verdad? Me costó dormir; me levantaba, veía el reloj no quería quedarme dormido", dijo el riojano sobre la trasnoche de desvelo previa a su estreno en la Catedral. Perdió por 6-3 y 6-3 con el chileno Gonzalo Lama, pero igual se fue satisfecho. "Mis padres me bancan en lo que pueden, pero sin un sponsor particular se hace difícil. Me dedico a esto porque es lo que me gusta, pero jugar sin saber si te va a alcanzar la plata para ir al próximo torneo es complicado", agrega Pérez Mota, que sueña con ser Top 100, ganar la Copa Davis y estar cerca de Rafael Nadal : "Es mi ídolo máximo. Si me lo cruzo estos días no sé cómo voy a reaccionar".
Rondina quedó 31º en la lista de la qualy, pero Jaite le otorgó otro de los wild cards. "Me pasaron muchas cosas cuando supe que iba a jugar, una mezcla de felicidad y nervios. Es una experiencia que quería disfrutar más allá del resultado, porque no es algo que se da todos los días. Esto, para mí, es un sueño cumplido", contó el jugador nacido en Llavallol, que también es entrenador en el club Darling. "Este año tuve que modificar un poco los planes, porque me quedé sin plata; hablé con mi familia y mis entrenadores, y la idea es viajar a Francia para tratar de jugar interclubes", cuenta Rondina sobre su futuro.
Juan Ignacio Iliev tiene 21 años y cuenta que tomó la raqueta por primera vez a los 4, en el Club Ferrocarril General San Martín. "Es que toda mi familia juega al tenis, pero yo soy el único que me dediqué a esto", cuenta el chico de Villa Devoto, que es entrenado por Juan Martín Aranguren. Consciente de todo lo que vive en esta semana, Iliev destaca: "Con los Futures que jugamos hay una gran diferencia de infraestructura, se ve que se preparan mucho para esto; aquí no te falta nada, la organización te trata bárbaro, tenés sala de jugadores, y los ves pasar a Almagro, Robredo.. jugadores que ves todas las semanas por televisión. Es una experiencia fantástica".
Iliev llegó el viernes al Buenos Aires, acompañado por Hernán Casanova, de Lomas de Zamora. Para ir a la qualy, Casanova debió abandonar el torneo profesional organizado por la AAT que se juega en Tecnópolis, en la cancha que se va a utilizar para la Copa Davis entre la Argentina y Brasil. A diferencia de sus colegas, Casanova cuenta con apoyo de raquetas y ropa deportiva; ganó algunos torneos Top Serv (profesionales), aunque, como los demás, también necesita la ayuda económica familiar para solventar su carrera. Ubicado en el puesto 768º, aquí perdió con el español Carballés Baena en sets corridos. Después, explicó a LA NACION: "Jugar aquí era un objetivo. Para mí, un sueño es jugar un Grand Slam. Y otro es vivir de esto; estando en mi posición, no se puede. ¿Cómo se logra? Hay que entrenarse, y ganar, y sumar puntos, ésa es la única manera". Y, claro está, con el motor de la ilusión encendido. Ninguno pudo superar el primer listón de una qualy muy exigente, pero nadie les quitará la dulce sensación de ser parte, durante unos días, del trashumante circo del ATP Tour.