US Open: Serena Williams arrasó y va a la caza de un récord legendario en el tour femenino

NUEVA YORK – Dentro de tres semanas, Serena Williams cumplirá 37 años. Su largo recorrido por el circuito continúa, en busca de desafíos constantes. Las ganas de competir la devolvió a las canchas pocos meses de dar a luz a Alexis Olympia, su primera hija. Fue finalista en Wimbledon, y está ahora, de nuevo, en la definición del US Open , el primer Grand Slam que ganó… el siglo pasado, en 1999. No es la número 1 del mundo porque apenas ha jugado un puñado de torneos desde su maternidad, pero a nadie se le ocurre discutir su jerarquía de reina.

Ganadora del abierto estadounidense en seis ocasiones, Serena irá en busca de una séptima corona en Flushing Meadows. Se aseguró el pase a la final con un cómodo triunfo sobre la letona Anastasija Sevastova, 19ª del ranking, por 6-3 y 6-0. El sábado se medirá con la japonesa Naomi Osaka , en busca de otra hazaña: el 24º título de Grand Slam que le permita igualar a la australiana Margaret Court, máxima vencedora en las citas mayores.

Atrás quedaron las complicaciones de salud que tuvo después del embarazo, la polémica con el director de Roland Garros por el ‘catsuit’ que empleó en París por consejo médico. En el US Open, su torneo, no tuvo problemas para arrollar a Sevastova, novicia en estas instancias. La letona intentó un desafío: le ganó los dos primeros games. Serena se llevó 12 de los 13 juegos siguientes con una potencia que dejó sin reacción a su rival, poniendo las cosas en su lugar en una hora y 6 minutos de acción.

En el segundo turno, Osaka derrotó a Madison Keys, la finalista del año pasado, por 6-2 y 6-4. Con 20 años, es la primera japonesa en llegar a la final de un Grand Slam, tras superar la marca de Kimiko Date, y la finalista más joven en este torneo desde 2009 (Caroline Wozniacki, entonces de 19 años). Hija de una japonesa llamada Tamaki y del haitiano Leonard Max Francois, Osaka nació... en Osaka, y se mudó a los Estados Unidos a los tres año. Actualmente vive en Fort Lauderdale, Florida, y es entrenada por Sascha Bajin, ex sparring (peloteador) de Serena Williams, su rival en la final, y Wozniacki.

En la semifinal, Osaka mostró aplomo y confianza para superar a Keys. La estadounidense le había ganado los tres partidos previos a la japonesa, pero esta vez se topó con una rival con la confianza a pleno. Osaka capturó el primer set y defendió su saque con uñas y dientes. Keys no pudo tomar ninguna de las ¡13! oportunidades que tuvo para quebrar. A Osaka le alcanzó con tres breaks para llevarse el duelo.

¿El dato curioso? Osaka lidera 1-0 el historial sobre Serena, a la que derrotó por un contundente 6-3 y 6-2 este año, en Miami. Pero aquel era apenas el segundo torneo que jugaba WIlliams en su regreso al tour. Ahora, el US Open tendrá un duelo generacional en la final, entre una leyenda que va por más gloria y una joven retadora que aspira a dar uno de los mayores impactos de los últimos tiempos.