Y un día Djokovic le hizo perder la paciencia a Federer
El suizo tuvo una inusual reacción ante la prensa tras la derrota que lo alejó de su gran sueño de volver a ganar un Grand Slam
MELBOURNE (De un enviado especial).- "Get out of my face. Please" [Fuera de mi vista. Por favor], dijo Roger Federer, con una pizca de fastidio y un toque de cortesía a la vez, a un camarógrafo durante un descanso entre game y game. Después, en la rueda de prensa, no le gustó ni un poco la pregunta de un colega italiano, acerca de si veía que Novak Djokovic podría ser tan o más dominante como lo habían sido en su momento Nadal y el propio Federer. "Tenés que ser cuidadoso cuando armás la pregunta. No querrás ser rudo con los otros jugadores porque después tenés que enfrentarlos. Y no contesto preguntas estúpidas como esa. Hay un montón de buenos jugadores en el circuito".
A los 34 años, a Federer se le fue una nueva oportunidad de obtener ese 18º título de Grand Slam por el que todavía da batalla. "Uno más. Significaría mucho para mí", dijo antes de la semifinal. Desde aquella última coronación en Wimbledon 2012, pasaron 14 torneos del máximo nivel; 14 frustraciones, porque tanto elevó la vara el suizo que cualquier resultado que no fuera el título iba a quedar por debajo de todo lo que logró.
Federer se presentó ante la prensa con pantalones largos, gorra roja, remera blanca y un brillante reloj de la firma que lo auspicia en la muñeca izquierda. Con gesto serio, admitió haber sido desbordado por el serbio: "Por supuesto tenía un plan de juego, tenía una idea de lo que quería hacer, pero no se dio. Hubo partes de mi juego que no funcionaron, y los primeros dos sets se fueron en un suspiro. Ya he visto jugar a Novak así de bien, y es difícil cuando arranca así, porque uno busca detener la hemorragia como sea; devolvió muy bien, como Andre Agassi".
Por otro lado, sería necio menoscabar la otra mitad del vaso: con 34 años y cuatro hijos se mantiene dentro de los mejores del mundo, y ha demostrado que la edad no le impide la capacidad de sumar recursos a su juego y generar un estilo mucho más agresivo. Ese tenis de escaladas a la red; sorpresivas a veces, repetitiva en otras, le ha dado buenos resultados, pero no alcanza con esta versión de Djokovic. No, al menos, en los partidos más trascendentes.
Pero está claro que Federer no se rinde, y buscará otra oportunidad. "Tengo bien la autoestima. Sé que no es fácil, y nunca pensé que lo sería [ganarle a Djokovic]. Puedo correr por cuatro o cinco horas, no es un problema, ya lo probé en entrenamientos durante la pretemporada. Desde ese punto de vista no estoy preocupado. Pero sé que ustedes [la prensa] piensan que estoy viejo y todo eso. No es un problema para mí. Tampoco me asusto cuando tengo que enfrentar a un rival de primer nivel. Es frustrante perder, pero al mismo tiempo estoy llegando lejos en los Grand Slams. Pero Novak estuvo muy bien, no hay dudas". Al menos, le quedó el dulce sabor del romance intacto con la gente, que lo alentó en los momentos críticos, en el comienzo del tercer set y muy cerca del desenlace, cuando ganó un punto formidable. Aunque el último festejo haya quedado dentro del raquetero de Djokovic.
Más leídas de Tenis
Semana productiva. Mariano Navone perdió la final del ATP de Bucarest, pero dará un salto grande en el ranking
Riera y Comesaña. Quiénes son los dos nuevos jóvenes y campeones en el top 100 que disfruta el tenis argentino
El futuro de Nadal. El torneo que podría marcar el retiro del español, el mismo donde dijo adiós Federer hace dos años