Carreras / Protagonistas. Edgar Prado y su éxito sin fronteras
El peruano, uno de los mejores jockeys de los Estados Unidos, demostró su categoría también en Dubai
Entre los jockeys que compiten en Dubai cada año, para la Copa del Mundo, Frankie Dettori es la figura que llama la atención. Es el jinete del Godolphin, la caballeriza de la familia real y la estrella máxima de Europa. Pero este año llegó Edgar Prado al emirato y, sin correr la carrera más importante del día, se convirtió en el más destacado de los pilotos.
"Esta vez se dio la oportunidad para venir que no tuve antes, por mis compromisos en los Estados Unidos. Y no me puedo quejar", dijo el peruano a LA NACION luego de ganar las dos carreras en las que participó, la Godolphin Mile (G 2-1600 m), con Diamond Stripes, y la Dubai Golden Shaheen (G 1-1200 m), con Benny the Bull. Dos caballos norteamericanos, entrenados por Richard Dutrow. Eficacia del ciento por ciento.
"No puedo dormirme en los laureles. Ya tengo que subirme al avión", dijo Prado poco después de recibir la segunda ovación de la tarde. El primer encuentro con el jinete había sido un día y medio antes, en la fastuosa celebración de la Arabian Night. Una suerte encontrar a Edgar entre los 6000 invitados en un anfiteatro gigantesco, con 200 personas actuando en un escenario por el que podían pasar caballos al galope, incluso. Prado estaba con su esposa, Liliana. "Uno sacrifica muchas cosas, se aleja de la familia por esta profesión. Quizás hubiera sido más tranquilo si era abogado, como pensé alguna vez, pero tengo padre entrenador, igual que uno de mis hermanos, y otro, Aníbal, corre en Filadelfia". En cambio, sus hijos (tiene tres) parecen estar ajenos a la hípica. Edgar y Liliana cuentan con orgullo que Edgar Jr., de 21 años, es piloto comercial y ya se lo disputan algunas líneas aéreas de los Estados Unidos, el país en el que Prado se convirtió en uno de los mejores. "Siempre tuve el sueño de llegar a ese país", recuerda, y se le pregunta por qué triunfan allí los jockeys peruanos: "Por el peso, las agallas y porque siempre queremos hacer lo mejor posible", responde.
Ganador de tres pruebas de la Breeders Cup, Prado vivió su gran momento con Barbaro, cuando ganó el Derby de Kentucky. Y fue con el mismo caballo con el que sufrió uno de los golpes más duros. "Ganar el Derby da taquicardia; la gente te reconoce solamente con haber montado en la carrera".
Aquello fue en 2006. Sólo dos semanas después, Barbaro tuvo fracturas múltiples en una pata y la extensa lucha para mantenerlo con vida tuvo en vilo al turf, y cruzó sus fronteras. Finalmente, ya convertido en leyenda, Barbaro debió ser sacrificado. "Espero que el fuego que encendió se mantenga. Su caso hizo que se busquen nuevas vías de estudio para curar la laminitis". Pronto aparecerá un libro que Edgar escribió en colaboración con un periodista del Baltimore Sun : "El viaje de un jockey por el amor, el triunfo y el corazón roto, con el caballo favorito de los Estados Unidos".
Apenas recuperado de una fractura de tobillo sufrida en Saratoga, Prado pasó por Dubai. Y todos tomaron nota de su éxito.
lanacionar